ESPAÑA DEL CID
Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, vive en nuestra memoria entre la historia y la leyenda como un guerrero de frontera en el marco de aquella España medieval en la que se enfrentaban, se aliaban, se temían y se admiraban dos pueblos amigos y enemigos a la vez: cristianos y musulmanes. Su interrelación, sus creencias y su amor a esta tierra propiciaron una fructífera y distintiva cultura peninsular, síntesis entre Occidente y Oriente. Uno de los exponentes de esta cultura es el Poema de Mio Cid, literatura de doble autoría espiritual: árabe e hispano goda. Rico aporte de España a la ilustración medieval europea.
El Cid es prototipo del caballero y es el guerrero invicto, pero es también un hombre amigo y enemigo de los moros. Leal a sus hombres y leal a su rey, héroe de valores morales y guerreros, son sus virtudes la firmeza, la bravura, el genio militar, el honor, la fidelidad, la lealtad, la generosidad y la cortesía.
Rodrigo pasó su adolescencia y juventud en la corte de Fernando I, entre los hijos del monarca castellano-leonés preparándose para ser caballero. Posteriormente fue alférez del primogénito Sancho II cuando este sube al trono y gana la batalla de Graus en 1063, contra las tropas de Ramiro I de Aragón. Con la ayuda de Rodrigo, en la batalla de Golpejera 1072, Sancho despoja a su hermano Alfonso del reino de León, obligándole a refugiarse en la corte de Al-Mamún en el taifa de Toledo. Tras el asesinato de Sancho, Rodrigo es vasallo de Alfonso VI, y en 1079, con sus tropas junto a las de al-Mutamid del taifa de Sevilla, derrotan a las del taifa de Granada, que estaban apoyadas por el conde García Ordóñez. Más tarde el Cid es desterrado de Castilla en 1081 por hacer una incursión contra el reino de Toledo.
Por amistad con Al-Mutamin del taifa de Zaragoza, el Cid participa en la lucha en 1082 contra Mudir ben Yusuf del taifa de Lérida, que estaba apoyado por Berenguer II conde de Barcelona. De nuevo desterrado en 1087 está en permanente estado de guerra y en 1094 conquista Valencia en solitario. Posteriormente en 1097, con ayuda de Pedro I de Aragón, derrota a los almorávides de Játiva en la defensa de Valencia.
En Cantar o Poema de Mio Cid es compuesto por Pere Abat durante el reinado de Alfonso VIII en los últimos años del siglo XII y los primeros del siglo XIII; entre la derrota de Alarcos en 1195 y la victoria de Las Navas de Tolosa en 1212. Puede que el Cantar surgiese en la corte valenciana por encargo del propio Rodrigo a semejanza de lo que hacía los reyes de la época para que sus hazañas no fueran olvidadas. Posteriormente el poema llegaría a Castilla, retocado en su contenido para contraponer al Cid con los grandes oponentes de Alfonso VIII, la casa de los Castro y los condes de Carrión, que colaboraron con los almohades en el desastre de Alarcos.
En este año que se celebra el 800 aniversario de la creación del Poema de Mio Cid de Pere Abat, la “España del Cid” es una magnífica razón para mostrar algunas de las melodías caballerescas de la colección de música medieval española del sello Pneuma de Eduardo Paniagua.
THE SPAIN OF EL CID
Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, lives on in our memory between history and legend, a frontier warrior within the framework of the medieval Spain in which two peoples lived in confrontation and fear yet were allies and mutual admirers, at once friends and enemies: Christians and Muslims. Their interrelation, their beliefs and their love for this land favoured a fruitful and distinctive peninsular culture, a synthesis between West and East. One of the exponents of this culture is the Poema de Mio Cid, a work whose spiritual roots are twofold – Arab and Hispano-Gothic. A rich contribution from Spain to the European Medieval enlightenment.
El Cid is the typical Knight, the undefeated warrior, but he is also a friend and enemy to the Moors. Loyal to his men and loyal to his king, hero of moral and martial values, his virtues are determination, bravery, military genius, honour, fidelity, loyalty, generosity and courtesy.
Rodrigo spent his adolescent years and youth preparing to be a knight at the Court of Fernando I with the sons of the monarch of Castile and Leon. Later he was second lieutenant to the eldest son Sancho II when he ascended the throne, and won the battle of Graus in 1063 against the troops of Ramiro I of Aragon. At the battle of Golpejera in 1072 Sancho stripped his brother Alfonso of the kingdom of Leon, with the help of Rodrigo, forcing him to take refuge in the court of Al-Mamun in the taifa of Toledo. After the assassination of Sancho, Rodrigo became the vassal of Alfonso VI, and in 1079, with his troops and those of al-Mutamid of the taifa of Seville, defeated the troops of the taifa of Granada, championed by Count García Ordóñez. Later, in 1081, El Cid was banished from Castile for having raided the kingdom of Toledo.
Through his friendship with Al-Mutamin of the taifa of Saragossa, El Cid participated in the battle against Mudir ben Yusuf of the taifa of Lerida in 1082, who was backed by Berenguer II count of Barcelona. Once again in exile in 1087 he was in a permanent state of war and in 1094 he conquered Valencia alone. He later defeated the Almoravids of Jativa in defence of Valencia, with the help of Pedro I of Aragon in 1097.
The Cantar or Poema de Mio Cid was composed by Pere Abat during the reign of Alfonso VIII in the final years of the 12th century and the first years of the 13th, between the defeat at Alarcos in 1195 and the victory at Las Navas de Tolosa in 1212. It is possible that the Cantar originated in the court of Valencia commissioned by Rodrigo himself, this being a normal practice among the kings of the time so that their achievements were not forgotten. Later the poem was to reach Castile, with some modifications in order to contrast El Cid with the great opponents of Alfonso VIII, the house of Castro and the counts of Carrion, who collaborated with the Almohads in the disaster of Alarcos.
This year sees the celebration of the 800th anniversary of the creation of the Poema de Mio Cid by Pere Abat, “The Spain of El Cid” is a magnificent vehicle to present some of the melodies on the theme of chivalry in the collection of medieval Spanish music on Eduardo Paniagua’s Pneuma label.