ISABEL LA CATÓLICA
La selección musical elegida para este CD quiere ilustrar el ambiente musical de finales del siglo XV, cuando los reyes de Castilla y Aragón, Isabel y Fernando, con una política cultural ligada a las corrientes musicales europeas del momento, entablan la batalla final de la Guerra de Granada.
Durante el reinado de los Reyes Católicos, las diferentes escuelas musicales tuvieron mucha interrelación: la franco-flamenca, la aragonesa con su extensión en Nápoles, la castellana, los músicos alemanes e ingleses y los de las ciudades-estado italianas incluida Roma. En cancioneros franceses hay composiciones de autores españoles. Abundan las frótolas italianas y los autores franco-flamencos en las ediciones españolas. En Venecia, con Petrucci, editan los músicos más celebres de toda Europa. Además de los autores, los intérpretes musicales viajan de una corte a otra. La corte de Aragón trae a Barcelona los mejores ""tenoristas"" de Roma, unidos a otros procedentes de Alemania, Francia y Flandes. En Valencia, organeros alemanes son sustituidos por españoles, franceses e italianos. Genios como Josquin Desprez o Juan del Enzina se desplazan buscando el mejor mecenas para desarrollar su arte musical.
Los instrumentistas del siglo XV tenían una importante función en los festejos y ceremonias. Contrasta la riqueza de datos sobre los instrumentos con sus fabricantes e intérpretes con la escasez de música instrumental conservada. En el siglo XVI, la vihuela de seis órdenes es el instrumento español con más literatura musical. Sin embargo, el laúd, trasmitido a Europa a través de España en su relación con al-Andalus, misteriosamente no conserva su música escrita, a pesar de haber dejado hermosa iconografía. Entre los instrumentos musicales del inventario del testamento de Isabel la Católica aparecen descritos laúdes de varios tipos, alguno de características moriscas.
Los compositores renacentistas dejan casi todos los detalles de interpretación al gusto del intérprete y de los cantantes. En los Cancioneros, el texto va aplicado sólo al tiple en muchas de las canciones, aunque en otros casos se ajusta a cada una de las voces. Hay partes de la polifonía que parecen estar escritas para ser tocadas exclusivamente por instrumentos. Todo ello permite gran libertad a la hora de cantar o de interpretar instrumentalmente estas obras. El ritmo y el tiempo los sugieren la vitalidad de la propia melodía, especialmente en las danzas, y el sentido poético del texto. Los instrumentos de percusión están presentes con frecuencia en la iconografía de la pintura cortesana y religiosa de la época.
LA GUERRA DE GRANADA
Granada desde el siglo XIII era un señorío reservado a los musulmanes dentro del reino de Castilla. Los reyes nazaríes en el siglo XV, aprovechando las dificultades del reino de Castilla, se habían sublevado rompiendo los lazos del vasallaje al dejar de pagar los tributos correspondientes.
La guerra de Granada fue una guerra larga, o más bien, cuatro guerras separadas por tiempos de treguas. En su inicio los reyes Católicos demandaron volver este territorio a la sumisión original, pero en una segunda fase la guerra se define como parte del empeño para conseguir la unidad religiosa de la Península. Esta guerra desde su fase del año 1484 se estudia como la primera guerra moderna en la que el valor de la caballería es superado por el de la artillería y la estrategia de la intendencia. Ello no disminuye el espíritu de cruzada que marcó esta contienda, reforzada por la amenaza de los turcos en el Adriático y el respaldo de los reinos musulmanes del norte de África. Entre tanto, durante las treguas, Fernando el Católico consigue erigirse en árbitro del equilibrio político entre los príncipes de Italia: el Papa Sixto IV, Nápoles, Lorenzo el Magnífico y la Banca Medicea en España, así como de la colaboración de genoveses y venecianos con el comercio español.
La división interna del reino de Granada fue una oportunidad y provocó la estrategia de ir tomando ciudad a ciudad, grano a grano de esa Granada en una serie de guerras fronterizas. En 1482 cae Alhama en el mismo corazón del reino moro. En otras fases son tomadas Ronda, Málaga, Baza, Almería...y al fin en 1492 Granada. Ante el entusiasmo general del mundo cristiano, acudían soldados de todas partes para colaborar en la contienda, incluyendo guerreros franceses e ingleses con un espíritu de caballería que la reina Isabel supo entusiasmar con el lenguaje de los romances fronterizos de poetas y músicos.