PN 630 NUBA AL-MAYA
PN 630 NUBA AL-MAYA
Índice
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NÚBA AL-MÁYA
Música Andalusí
Ibn Báya • Omar Metioui & Eduardo Paniagua
ENSEMBLE IBN BÁYA
Omar Metioui: ‘Úd, laúd ‘arbí, viola 2, tar 2 y canto
Ahmed Al-Gazi: Rabab y viola 1
Mohamed El Arabi Serghini: Canto solista y darbuga 1
Abdesselam Amrani Boukhobza: Tar 1 y canto
Gloria Lergo: Canto solista
Luis Delgado: Laúd andalusi, citolas, darbuga 2, panderos y címbalos
Eduardo Paniagua: Flautas medievales
Portada: Músicos, miniatura del Libro de Juegos, Alfonso X el Sabio S-XIII
Sonido: Tyrel-Luis Carlos Esteban y Javier Coble, Octubre 1996
Pneuma, Almanzora 49 28023 Madrid • tel/fax 34.913079377
NÚBA AL-MÁYA
LOS CINCO MÍZÁN DE LA MÚSICA ANDALUSÍ-MAGREBÍ
I Mízán Bsít
1 Bugya 2’17”
2 Twíshya 1 1’46”
3 Saná, Yá Amlaha n-Nás (Oh gentil hermosura) 3’05”
4 San’a, Yá Ashiyya Dhakkarta-ní Shawqí (Oh tarde, me has traído el recuerdo) 2’10”
5 San’a, ‘Ashiyyatun Ka-annahá (Instrumental) 0’55”
6 San’a, Shamsu L-’asíl (El sol del atardecer) 1’09”
II Mízán Qá’im Wa-Nisf
7 Twíshya 2 1’58”
8 San’a, Hín Nalqá L-malíh (Oh compañeros) 6’06”
9 San’a, Bi-dinám (instrumental) 3’15”
10 San’a, ‘Aqlí ‘Abbáh (Oh los presentes) 1’34”
III Mízán Btáyhí
11 Inshád 2’22”
12 San’a, Qaruba L-masá (Bienvenida sea) 3’26”
13 Taqsím Flauta 2’08”
14 San’a, ‘Unzhur Ilá L-bustán (Contempla los jardines) 2’46”
15 San’a, Idhá Nadhkuru (Si de la época antigua) 1’30”
16 San’a, Yá Lahá ‘Ashiyya (Instrumental) 0’54”
IV Mízán Dary
17 Twíshya 3 1’24”
18 Taqsím ‘Úd 2’05”
19 San’a, Tala ‘at Shamsu Man (El sol de quien amo) 2’05”
V Mízán Quddám
20 Twíshya 4 1’23”
Primera parte
21 San’a, Qalbí L-ka ‘íb (Mi corazón de afligido) 4’27”
22 San’a, Yá ‘a L-habíku (Mi amor por el que anhelo) 2’31”
23 Brwála, Asfart L-’shí (En amarillo tornó la tarde) 4’18”
Segunda parte
24 Taqsím viola 1’39”
25 Taqsím ‘úd ‘arbí 1’25”
26 Muwwál Síka (El auxilio generosamente contigo se comportó) 5’05”
27 Twíshya 5 0’26”
28 San’a, Shamsu L-’ashí (Instrumental) 1’11”
29 San’a, A’zam Yá ‘ Ashiyya (Oh tarde, muéstrate magnífica) 0’59”
30 San’a, Saffifú L-qit ‘an (Instrumental) 0’45”
31 San’a, Aná Kullí (Instrumental) 1’21”
32 San’a, Wa Nádaytu (Cuando su belleza) 0’28”
33 San’a, Allábu Ya’lamu (Dios sabe que mi alma) 3’04”
Tiempo Total 77’57”
INSTRUMENTOS
Laúd oriental (Úd): Casablanca, Jalid Belhaiba, afinación DO-SOL-RE-LA-MI-DO
Laúd andalusí: Reproducción de laúd arábigo-andalusí medieval de la arqueta de marfil Leire (Navarra) de Faray, hijo de Almanzor, año 1004, realizada por Carlos Paniagua en 1995, afinación SOL-RE-LA-MI-SI con cuerdas y trastes de tripa.
Laúd 'arbí: Laúd de cuatro cuerdas dobles (tradición de Túnez), afinación DO-SOL-RE-RE
Cítolas: Cordófonos de tres cuerdas dobles con tapas planas, de la iconografía cristiana,
realizadas por Carlos Paniagua: cítola y por Jesús Reoliz: citolón.
Rabab: Instrumento monóxilo de dos cuerdas afinadas en quintas, de arco flotado, construido por Al-Gazi, tradición familiar andalusí.
Viola: Francesco Ruggieri, Cremona 167l, legado de Temsamani. Afinación Ml-LA-RE-SOL, cuerdas primera y segunda de tripa e interpretación sobre la pierna izquierda.
Flauta a bisel en DO: Madera sobre modelo del Renacimiento
Fhal: Flauta de metal sobre modelo árabe medieval
Tar andalusí: Pandereta de cinco sonajas
Darbuga: Tambor en forma de cáliz con parche de piel de cordero o de pescado
Panderos: Duff, membranófonos redondos tradicionales de Marruecos y Persia
Címbalos: Platillos metálicos de dedos (sunúy)
En la presente grabación se utiliza afinación no temperada de los instrumentos, con MI, el SI y el FA sostenido más bajos y el MI bemol más alto, respecto a la escala actual occidental. En la música andalusí no se utilizan intervalos de 3/4 de tono.
“¡Por Dios!"" el descanso que sienten los espíritus con la melodía es un secreto oculto al ser humano""
Abú Muhammad al-Sabbág (trad. M. Cortés)
IBN BÁYA
EI nombre de Ibn Báya corresponde al músico y filósofo Avempace (Zaragoza 1070 - Fez 1138) que, como el grupo que quiere llevar su nombre, vivió tanto en Al-Andalus como en el Marruecos del siglo XI y XII.
La herencia musical de Al-Andalus, la España hispano-musulmana durante más de siete siglos, quedó dividida cuando se ultimó la expulsión de los hispano-árabes de 1a península Ibérica. En la España cristiana esta herencia quedó diluida en las músicas populares, el lenguaje y en 1a temática oriental de los romances y otras formas de la música culta. En el norte de África se recogió y mantuvo en la tradición oral culta en lo que se denomina hoy música Andalusí-Magrebí.
Al -Máya es la Núba elegida por Ibn Báya después de la Núba Al-lstihlal, primer CD del grupo. En esta grabación se ha enriquecido el número de músicos y de instrumentos históricos y tradicionales que arropan a esta poesía creada durante el período más luminoso del medievo español.
Por el encuentro entre sus músicos, y por la interpretación de la música andalusí, parte de ella conservada históricamente gracias a la judería del Magreb, el grupo Ibn Báya hace real y actual la reconstrucción del encuentro de la España de las Tres Culturas: musulmanes, judíos y cristianos, que han conformado la Civilización Mediterránea.
Dedicamos este trabajo al gran maestro Mohamed Ben ‘Arbí Temsamani de Tánger. Eduardo Paniagua & Omar Metioui
MÚSICA ANDALUSÍ - NÚBA AL-MÁYA
“!Que tarde aquella!. No dejaba yo de esperar su llegada porque anunciaba la unión al corazón encendido. El sol bajo las nubes, semejaba oro bordado en una túnica azul”
San 'a 35, ritmo btáyhí, Núba al-Máya (trad. Valderrama)
La música Andalusí con las Núbas alcanzó su plenitud en la época de los reinos Taifas, siglos XI y XII.
El músico Ibn Báya, con la creación en Zaragoza de una escuela de música, legó una multitud de melodías que se hicieron célebres. Tal vez sean de su creación muchas de las melodías anónimas de las Núbas, la mayoría de las que nos han llegado por la tradición oral.
Esta Edad de oro de las artes en Al-Andalus tuvo su final con la caída de Córdoba (1231) a manos del rey Fernando III de Castilla y León, iniciando la dispersión de las Núbas por todo el Norte de África. Tras un nuevo florecimiento en la corte nazarí de Granada, 1492 marca la parada de la creación musical en Al-Andalus, dando lugar a las diferentes escuelas de música andalusí en el Magreb. La tradición nos habla de 24 Núbas, una para cada hora del día.
La Núba al-Maya se compuso para ser interpretada desde el medio día hasta la puesta de sol. En la recopilación más completa y antigua que nos ha llegado, el cancionero de al-Haik (hacia el año 1800), encontramos sesenta y tres canciones de autores desconocidos. Los compositores de esta Núba se esforzaron en relacionar armónicamente las poesías con las melodías, creando un mosaico de obras que reflejan el espíritu de la Núba al-Maya. Este es el espíritu de la nostalgia que se respira al atardecer en el encuentro de los amantes, descubriendo las bellezas del color y del perfume de los jardines bañados por una dorada y suave luz.
Hoy en día esta temática se mezcla con la nostalgia del esplendor del perdido Al-Andalus para el mundo islámico. Tierra fértil en cultura, riqueza y tolerancia. Tanto es así que se habla del ""mal de al-Maya"" como anuncio de la separación y dispersión de los amigos.
“Cuando el hombre torna el laúd e interpreta las notas acompañándose de poesía, su espíritu se siente inmerso en el mundo de la música hasta llegar a lo más profundo de ser y purificarlo”. Ibn Baya- Risalat al-alhan. (trad M. Cortés).
A propósito del efecto terapéutico de la música dice al-Haik en su cancionero:
“En gran parte de los medios predomina la teoría, que la buena voz penetra en el cuerpo, tranquiliza el corazón y estremece los miembros. Y que todas las cosas fatigan al cuerpo salvo la música ... por ser descanso del alma, primavera del corazón, distracción del afligido, entretenimiento del solitario y viático del viajero”. (trad. M. Cortés)
Eduardo Paniagua
EL ARTE DE LA NÚBA ANDALUSÍ
La Núba representa un arte musical muy elaborado que nació en el siglo octavo en la corte Abasida de Bagdad y tuvo su apogeo en 1a corte de los Omeyas, en Córdoba. El significado de esta palabra ha sido objeto de varias interpretaciones. Al principio se refería al turno que todos los artistas debían efectuar ante el Califa. Posteriormente, designaba la sesión musical misma y finalmente, pasó a significar el repertorio musical en sí.
Gracias al ilustre Ziryáb, este arte llega hacia el año 825 a 1a corte del Califa Omeya, Abderraman II, en Córdoba. Este acontecimiento decisivo en 1a historia artística de Andalucía permitió el auge de un área musical innovadora que traspasó las fronteras de España para extender su influencia al resto del continente europeo. Por todas partes surgieron conservatorios, fabricantes de instrumentos y mecenas pertenecientes a los rangos más elevados de la sociedad.
Este auge conoció un desarrollo sin precedentes con la llegada de los Reinos de Taifas. Cada uno de los pequeños reinos trató de rodearse de un mayor número de artistas, los cuales constituían un motivo de orgullo para los monarcas y los altos dignatarios. Este fenómeno permitió también la divulgación de la música entre los distintos estamentos sociales. Las esclavas especializadas en música (qayna) adquirieron un auge extravagante y se vendían a precios desorbitados. El historiador Ibn Bassám (m. 1147) cita a Ibn al-Kattání, un personaje dedicado a educar a los esclavos. Además de música y poesía, éste les enseñaba a escribir y también gramática y literatura. El pueblo de Al-Andalus era célebre por su amor ilimitado a la música, la poesía y las bellas artes, hasta el punto que era imposible escapar al sonido de los instrumentos musicales en todas las callejuelas de sus ciudades.
Gracias a este sistema de educación musical, Al-Andalus aportó a la historia de la humanidad grandes nombres de músicos, musicólogos y ejecutantes, como por ejemplo el ilustre Ibn Báya (Avempace, 1070-1138), Ibn Rushd (Averroes), Ibn al-Hásib al-Mursí, Ibn al-Himára al-Garnátí, Ibn Júdí, etc. Y también una pléyade de poetas, como al-A´má al-Tutílí (1082-1126), Ibn Baqqí (m. 1145),
En el campo de la literatura, dos formas poéticas vieron la luz gracias a Muqaddam Ibn Mu´áfa al-Qabrí (moaxajas, finales del siglo IX) e Ibn Quzmán (céjel). Estas formas poéticas, que no obedecen a las reglas de la métrica clásica establecidas por al-Jalíl Ibn Ahmad (m. 791), responden a una necesidad de liberarse de las formas clásicas árabes. Esta evolución fue dictada, entre otros factores, por la nueva rítmica y prosodia musicales y por la necesidad de crear un lenguaje capaz de responder al carácter y a las nuevas aspiraciones del pueblo andalusí.
NÚBA AL-MÁYA
La Núba al Máya aparece en tercer lugar en Cancionero al-Haik, una compilación de poesía de las once Núbas marroquíes (año 1800). Las once Núbas constituyen el patrimonio musical Andalusí-Magrebí, conocido con el nombre de al-Ála en Marruecos. Al-Ála significa instrumento y es el contrapunto de as-Sámá', término que designa la música vocal de las Záwya-s o cofradías religiosas.
En Marruecos conocemos dos repertorios de música clásica o culta:
1 /as-Samá'
Literalmente significa audición, y en efecto, es la audición de una ceremonia de música espiritual o mística. Normalmente, este repertorio está basado únicamente en 1a voz y en la mayoría de las cofradías de Marruecos no se utiliza instrumento musical alguno. Para conocer más detalles sobre este genero musical, pueden consultar nuestro disco: Ritual Sufí-Andalusí, Poemas del místico de Granada al-Shushtarí, siglo XIII, (Pneuma PN-530).
2/Al-Ála
Constituye el repertorio clásico de las ""cincuenta y cinco"" (11 Núbas x 5 Mízán = 55). La palabra Mízán tiene un doble significado. Por un lado, designa uno de los cinco ritmos de la Núba: Bsít, Qa'im Wa-Nisf, Btáyhí, Dary y Quddám; y, por otro lado, designa una serie de San'as (canciones) basadas en un ritmo, que pasa por varios movimientos durante la ejecución de las mismas. Esta particularidad se debe a que cada uno de los Mízan pasa por tres partes esenciales. La fase larga (Mwssa'/Largo-Larghetto), la fase intermedia, (Mhzúz/Andante), y la fase rápida, (Insiráf/Moderato-Allegro).
Actualmente, al-Ála está considerado como el repertorio profano de la música clásica de Marruecos y se canta tanto en las fiestas en las que se reúnen las familias (bodas, nacimientos, circuncisiones, etc.), como en las grandes representaciones nacionales e internacionales. Ésta es una de las principales características de esta música, apreciada tanto por el público refinado y acostumbrado a la música seria y culta como por el gran público.
En el transcurso de la interpretación completa de un Mízan, que dura de una a tres horas, el ritmo va acelerándose progresivamente hasta culminar en la última san´a (Qafla). Como hemos dicho anteriormente, el público entendido logra seguir esta ascensión rítmica lenta y progresiva que lleva al oyente hasta la última fase en la que es posible aproximarse a la fase extática de un Samá' (audición mística). Los no iniciados y el público no entendido solicitan solamente la última fase del Mízan (lnsiráf), porque es ligera y puede servir como tema de danza y exhibicionismo. Debido a las corrientes de influencia extranjeras (Egipto, Occidente) que atraviesan el Magreb, incluso los aficionados a esta parcela de la Núba son cada vez menos. Este patrimonio musical que existe desde hace más de mil años corre peligro de desaparecer o de quedar absorbido por otros géneros musicales, incluso en el seno mismo del país que los ha conservado y desarrollado. Pero tratemos de consolarnos pensando que si ha sido capaz de resistir a las vicisitudes de la historia durante largos siglos, es porque lleva interiormente una fuerza intrínseca que le garantiza la supervivencia y lo hace inmortal. Podría atribuirse este fenómeno al proceso mismo engendrado por la tradición oral, que siempre ha dejado un margen de libertad de expresión y de interpretación a las nuevas generaciones.
Todo lo contrario que la partitura escrita, que inhibe las facultades del artista y le priva de toda libertad de expresión. Está demostrado que, según sea la política cultural del país, este patrimonio conocerá momentos de gloria y de florecimiento y, a 1a inversa, también pasara por períodos de declive y regresión.
La Núba al-Máya constituye una de las cuatro raíces del árbol de los modos. Sus derivados son: Rasd, Raml l-Máya, I-Hsín, Inqiláb r-Ramal y Síka. Su elemento es el aire y su estación del año es la primavera. Según al-Haik, el sonido principal de su modo es el mathlat o tercera cuerda del úd, que se llama al-Máya. Actualmente se utiliza como tónica de este modo la nota Do. El modo Máya se distingue de otros modos de Do por la aparición frecuente de la nota sensible Si, característica del modo Síka. Es un tab' (modo) que suscita el humor de la sangre, aumentando su fuerza y sus influencias, y por el contrario, se opone al humor de la atrabilis, lo atenúa y lo dulcifica. Incita al sueño al que lo escucha. Los músicos llaman a este tab' el mar. Según este mismo autor, este tab' fue inventado por Umayya Ibn al-Muntaqid o por una mujer que se llamaba Maya. Es evidente que aún no se ha podido probar la autenticidad de la información que nos proporciona el precioso manuscrito de al-Haik y nosotros lo citamos solamente por su valor histórico. Varias san'as de esta Núba pertenecen al modo Síka. El modo Síka está entre los modos que han perdido su Núba. Las san'as que quedan de este modo, conocidas con el nombre de huérfanas (yatámá), están desperdigadas entre otras Núbas como Núba Gríbt l-Hsín. Tab' Síka es un modo de Mi muy apreciado en el Flamenco (soleá). El muwwal que se interpreta en Núba al-Máya está basado precisamente en los sonidos de este tab'.
a/ La poesía
La temática de esta Núba es una descripción muy detallada del período del día que transcurre desde el mediodía ('Asr) hasta la puesta del sol (Magreb). Podría sorprendernos la precisión con 1a que se describen los fenómenos naturales de la puesta del sol, los diversos colores y perfumes de los jardines. Y las citas con la amada en el crepúsculo, la nostalgia debida a la lejanía y a la separación y la eterna vigilancia del censor (al-'adhúl), etc.
“Cuando el sol palidezca y llegue el momento de ocultarse, sé cantor de al-Máya, ¡oh hermano de la alegría! Apresúrate a sorber los vasos, y alegra tus ojos en el dorado ropaje de la tarde”
(Trad. Valderrama)
b/ Los ritmos
No podemos dejar de insistir en la gran importancia del papel desempeñado por el ritmo en la música andalusí-magrebí. Por desgracia, la transcripción al solfeo no refleja la dimensión del ritmo en la ejecución de esta música. Por supuesto, esta misma laguna es el origen de una cierta marginación del ritmo por la música clásica europea, en beneficio de la tiranía de la medida.
Omar Metioui
Descripción
Descripción
INSTRUMENTS
Arab lute (‘Úd): Casablanca, crafted by Jalid Belhaiba, tuned to C-G-D-A-E-C.
Andalusi lute Reproduction of the Medieval Arabic-Andalusian lute from the small ivory chest from Leire (Navarra) which originally belonged to Faray, son of Almanzor, in 1004. Crafted by Carlos Paniagua in 1995, tuned to G-D-A-E-B, with strings and frets made of gut.
‘Arbí lute: Four double string lute (Tunisian tradition) tuned to C-G-D-D.
Citoles: Three-string chordophone with flat surfaces, taken from Christian iconography, crafted by Carlos Paniagua (citole) and Jesús Reoliz (citole bass).
Rabab: Monoxylonic instrument with two strings tuned in fifths, with a bow, crafted by
Al–Gazi, Andalusi family tradition.
Viola: Francesco Ruggieri, Cremona 1671, bequeathed by Temsamani. Tuned to E-A-D-G, first and second strings made of gut and interpreted on the left leg.
Recorder in C: Wood, based on a Renaissance model.
Fahl: Metal, based on a Medieval Arab model.
Andalusi tar: Tambourine with five rattles.
Darbuga: Calyx-shaped drum with head made of lamb- or fish-skin.
Tambourines: Duff, traditional round Moroccan and Persian membranophones.
Cymbals: Small finger metallic clappers (sunúy).
In this recording we have tuned the instruments but not tempered them, and E sharp, B sharp and F sharp are lower, E flat higher with respect to the current Western scale.
In Andalusi music 3/4 tone intervals are not used.
IBN BÁYA
The name Ibn Báya corresponds to the philosopher and musician Avempace (Saragossa 1070-Fez 1138). Like the group that bears his name, he lived both in Al–Andalus and in Morocco, although his time was the 11th and 12th C.
Al-Andalus, the name that was Hispanic-Muslim Spain’s for over seven hundred years, had a great musical legacy which was split asunder when the Hispanic-Arabs were outcast from the Iberian Peninsula. In Christian Spain, this legacy was more or less conserved in folk music, in everyday language and in the oriental flavor to ballads, songs and romances and other forms of learned music. In Northern Africa, it was gathered and has survived in the cultivated oral tradition, today known as Andalusi-Maghrebic music.
Al-Máya is the Núba selected by Ibn Báya after the Núba Al-Istihlal, the first CD. This recording benefits from the use of additional instruments and the contributions from more musicians.
The Ibn Báya group hopes that this sensual and mystic music, at times taut and at times expressive, will allow the world to appreciate the beauty of Andalusi melodies while revealing the secrets of the vocal techniques used specifically in this modal music. The instruments which envelop the poetry written during the most brilliant period of the Spanish Middle Ages are traditional; in some cases historical originals, in others faithful reproductions.
The Ibn Báya Group achieves outstanding results thanks to its members’ commitment to and interpretation of Andalusi music, which has been safeguarded over time thanks to the efforts of the Jewish communities of the Maghreb. The achievement is an authentic reconstruction of the meeting ground Spain was for three cultures: the Muslim, the Jewish and the Christian ones, which have jointly shaped Mediterranean Civilization.
This work is dedicated to the great maestro Mohamed Ben ‘Arbí Temsamani of Tangiers.
Eduardo Paniagua & Omar Metioui
ANDALUSÍ MUSIC - NÚBA AL-MÁYA
“What an afternoon that was! I could not stop myself from eagerly awaiting her arrival, because it told a passionate heart of a joining to be. The sun, under the clouds, was like the golden thread that embroiders an azure robe.”
San’a 35, btáhí rhythm, Núba al-Máya.
Andalusi music, specifically the Núbas, reached its peak during the times of the kingdoms of Taifas, during the 11th and 12th centuries. In Saragossa the musician Ibn Báya set up a music academy and bequeathed a collection of melodies that guaranteed him fame for centuries to come. It may be that his creations included the now-anonymous tunes of the Núbas, which have reached us by means of oral tradition.
This Golden Age of the arts in Al-Andalus came to an end with the fall of Cordoba in 1231. Cordoba was conquered by the King of Castile and León, and this defeat sparked the dissemination of the Núbas throughout Northern Africa. After a new blossoming of the Nazarí court in Granada, 1492 is a landmark, since as of that date musical creation in Al-Andalús ground to a complete halt while Andalusí music schools opened throughout the Maghreb. Tradition makes reference to 24 Núbas, one for each hour of the day.
The Núba al-Máya was composed with the intention of interpreting it between mid-day and sunset. In the most complete and ancient collection available to us, the al-Haik songbook (dating to roughly 1800), there are sixty-three songs by anonymous authors. The composers attempted to establish a harmonic relationship between the poems and the melodies, and in doing so created a mosaic of works that reflects the essence of the Núba al-Máya. This essence is the wistfulness that pervades dusk, and one which reveals the beauty of the colors and perfumes that envelop the lovers when they meet in gardens bathed in a soft golden light.
Today, the motives are combined with the Islamic world’s melancholic remembrance of the past splendor, now lost to man, of Al-Alndalus, a land fertile in terms of culture, riches and tolerance. This is true to such a degree that men talk of the “disease of al-Máya” as a presage of separation and parting of friends.
“When a man takes a lute and interprets these notes, plucking the strings to accompany poetry,
his soul is inmersed in the world of music, all the way to the bottom of his soul, until he is purified.”
Al-Haik has this to say about the therapeutic effects of music in his songbook:
“In a great many places the theory is upheld that a good strong voice penetrates the body, appeases the heart and causes the limbs to shudder. And that all things in life fatigue the body, with the exception of music,... because it (music) is a respite for the soul, like spring-time unto the heart, since it is entertainment for the afflicted, amusement for the lonely and a boon to the traveller.”
Eduardo Paniagua
INSTRUMENTS
Luth égyptien (‘Ud). Casablanca, construit par Jalid Belahiba, accordage DO-SOL-RE-LA-MI-DO.
Luth andalou. Reproduction du luth arabigo-andalou médiéval du coffre d’ivoire de Leire (Navarre) de Faray, fils d’Almanzor, en 1004, réalisé par Carlos Paniagua en 1995, accordage SOL-RE-LA-MI-SI avec cordes et touches de boyau.
Luth ‘arbi. Luth à quatre cordes doubles (tradition de Tunis), accordage en DO-SOL-RE-RE.
Traquets. Cordophone à trois cordes et couvercles plats, de l’iconographie chrétienne, réalisés par Carlos Paniagua: traquet par Jésus Reoliz: grand traquet.
Rabab. Instrument monoxile à deux cordes, accordé en quintes, à arc flottant, construit par Al-Gazi, tradition familiale andalouse.
Viole. Francisco Ruggieri, Crémone 1671, legs de Temsamani, Accordage en
MI-LA-RE-SOL, cordes première et seconde de boyau et interprétation sur la jambe gauche.
Flûte à bec en DO. Bois sur modèle de la Renaissance.
Fhal (Flûte). Métal sur modèle arabe médiéval.
Tar andalou. Tambourin à cinq cymbalettes.
Darbouka. Tambour en forme de calice recouvert de peau d’agneau ou de poisson.
Tambourin. Duff, membranophones ronds traditionels du Marroc et de Perse.
Cymbales. Cymbales métalliques pour les doigts (sunuy).
Dans cet l’enregistrement, on utilise un accordement non tempéré pour les instruments, avec le MI, le SI et le FA dièse plus bas, et le MI bémol plus haut, par rapport à l’échelle occidentale actuelle.
Dans la musique andalouse, on n’utilise pas d’intérvalles de 3/4 de ton.
THE ART OF THE ANDALUSÍ NÚBA
The Núba is an elaborate musical style born in the 8th century in the Abbasid court of Baghdad and which peaked in the Omayyad court in Cordoba. The meaning of the word has been variously interpreted. At first it referred to the “turn”, part of the event in which the artists took turns to perform before the Caliph; eventually, it was understood to mean the musical session itself, and finally it came to signify the musical repertory per se.
Thanks to the illustrious Ziryáb, the art of the Núba reached the Court of the Omayyad Caliph Abderramán II in Cordoba in the year 825. This decisive event, in terms of the artistic history of Andalusia, gave way to the peaking of an innovative musical area which surpassed the borders of Spain, spreading throughout all of Europe. Conservatories, musical academies, craftsmen of instruments and protectors of the arts of the highest social ranks literally sprouted everywhere. This peak reached heights unheard of until then with the arrival of the Mulúk al-Tawa’if in 1031 (in the Kingdom of Taifas). The smaller kingdoms competed against one another in attempting to attract the largest number of artists, sources of pride for the monarchs and personalities of the day.
This phenomenom of course provided an ideal setting for music to become a familiar event for all social classes. Women slaves specializing in music (qayna) became exceedingly fashionable and commanded outrageous prices. The historian Ibn Bassám (d. 1147) talks of Ibn al-Kattání, a person dedicated to educating the slaves. Apart from teaching the slaves music and poetry, he taught them grammar, literature, and how to write. The Andalusian people were renowned for their love of music, poetry and the fine arts to such a degree that it was said to be impossible to walk down the winding side streets in the cities of Andalusia and not hear the sound of musical instruments wafting forth.
Thanks to this system of musical education, Andalusia’s contribution of great musicians, musicologists and interpreters is great; to name a few, the illustrious Ibn Báya (Avempace, 1070-1138), Ibn Rushd (Averroës), Ibn al-Hasib al-Mursí, Ibn al-Himára al-Garnatí, and Ibn Judí. Andalusia has also produced great poets such as al-A’má al-Tutílí (1082-1126), Ibn Baqqí (d. 1145), Ibn Quzmán (d. 1160), Ibn Zuhr (1110-1198), Ibn Sahl (1212-1251), al-Shushtarí (1212-1269), and Ibn al-Jatíb (d. 1374).
In the field of literature, two different poetic formulas were devised. Muqaddam Ibn Mu’áfa al-Qabrí created the muwashshah towards the end of the 9th C. and Ibn Quzmán created the zejel. These poetic forms do not adhere to the rules of classical Arab metrics as established by al-Jalíl Ibn Ahmad (d. 791); on the contrary, they respond to a need to shake off classical formal restraints. This evolution was dictated, among other reasons, by the new musical rhythms and prosody and by the need to create a language capable of responding to both the nature and the new aspirations of the Andalusian people.
Núba al-Máya
The Núba al-Mayá appears third in the Kunnásh al-Ha’ik, a collection of the poems of the eleven Moroccan Núbas (1800). These eleven Núbas make up the Andalusi-Maghrebi musical inheritance which, in Morocco, is known as al-Ála. Al-Ála means “instrument” and is the counterpoint to as-Sámá’, a term which designates the vocal music of Záwya-s or religious brotherhoods. In Morocco there are two repertories of classical or learned music:
1. as-Sámá’
Literally, the word means “hearing”, and indeed it refers to the act of hearing a spiritual or mystic musical ceremony. Normally, the songs are exclusively sung since for the most part the brotherhoods in Morocco do not make use of any musical instrument at all. For additional details on this musical genre, we refer the reader to our recording titled “Sufí-Andalusí Ritual, Poems of al-Shushtarí, Mystic from Granada, 13th C.” (Sony Classical).
2. Al-Ála
This is the classical repertory of the “fifty-five” (11 Núbas times 5 Mízán = 55). The word “Mízán” has a double meaning. On the one hand, it designates each one of the five rhythms of the Núba: Bsít, Qa’im, Wa-Nisf, Btáyhí, Dary and Quddám; on the other, it refers to a series of san’as (songs) that are themselves based on the oneness of rhythm which completes a number of movements during the execution of the creations. Currently, al-Ála is considered to be the profane repertory of choice of Moroccan classical music; it is sung in family gatherings of import (weddings, births, circumcisions, etc.) and in relevant national and international events. This is one of this music’s main features, and explains the fact that it is enjoyed by refined audiences, accustomed to serious and learned music, and by the general public alike. Also, the fact that each one of the Mízáns in a given Núba is made up of a series of movements explains their popularity. In brief, we could say that the Mízán completes three key stages: the long (Mwssa’/Largo-Larghetto), the intermediate (Mhzúz/Andante) and the final brisk one (Insiráf/Moderato-Allegro).
During the complete interpretation of a Mízán, which may last from one to three hours, the beat progressively quickens until it peaks in the final san’a (Qafla). As mentioned previously, a learned public can actually follow the rhythm’s slow and progressive acceleration of the tempo until it is possible to brush the extatic stage of a Samá’ (mystical hearing). The uninitiated and the general public usually only request that the final stage of the Mízan (Insiráf) be interpreted, since it is a lighter piece which can serve as background to dances and ostentatious interpretation. Due to foreign influences (from Egypt and the West) currently rampant in the Maghreb, the number of followers of even this portion of the Núba is slowly shrinking. As a result, this musical treasure, a bequest dating back more than one thousand years, runs the very real danger of disappearing or of being absorbed by other musical genres, even within the country that has been able to conserve and develop it. But we shall try to take comfort in the thought that, if it has successfully overcome the vicissitudes of history for centuries, this musical expression must be fueled by an intrinsic strength that guarantees survival and makes it inmortal. We may explain this fact by the creative process itself, which springs from an oral tradition providing a certain creative leeway and allowing for a freer expression and fresh interpretation at the hands of new generations. This is in direct contrast to the written score, which inhibits the artist and limits his freedom of expression. It has been proven that, depending on the cultural policy of the country, this musical inheritance becomes more or less fashionable and sometimes flourishes and blossoms, while other times it falls into decline and regression.
The Núba al-Máya is one of the four roots of the tree of modes. Its derivates are five: Rasd, Raml l-Máya, ‘Hsín, Inqiláb r-Ramal and Síka. Its element is air and its season, spring. According to al-Há’ik (1800), the main sound of this mode is the mathlat or the ‘Úd’s third string, known as al-Máya. Currently the tone of this mode is C. The Máya mode is differentiated from other Cs by the frequent appearance of the sensitive note B, a distinguishing feature of the Síka mode. This is a tab’ (mode) which is said to excite the humor of blood, increasing its strength and influences, and on the contrary is opposed to the humor of black bile, attenuating and softening it. It incites the listener to sleep and dream. Musicians call this tab’ the sea. According to the same author, this tab’ was invented either by Umayya Ibn al-Muntaqid or by a woman called Máya.
Evidently, the information provided by the precious “al-Há’ik” has not been verified, and we refer to it solely on the basis of its historical value. A number of san’a of this Núba belong to the Síka mode. This mode, the Síka, is included among the tubú’ who have lost their Núba. The remaining san’as of this mode, known as the “orphans” (yatámá) are dispersed among the other Núbas, such as Núba Gríbt l-Hsín. Tab’ Síka is a mode in E which is very popular in Flamenco singing (soleá). The muwwal sung in the Núba al-Máya is based precisely on the sounds of this tab’.
a/ Poems
The contents of this Núba focus on a very detailed description of the hours of the day from noon (‘Asr) to sunset (Magreb). We are struck by the surprisingly detailed depiction of the events that take place as the sun sets and the colors and perfumes of the gardens change. Abundant data referring to the appointments with the beloved at dusk, the melancholy resulting from the distance separating the lovers, and the eternal position of the censor (al-adhúl) are provided as well.
“When the sun becomes pale and the moment arrives of hidin be the singer of al-Máya,
Oh brother of joy! Make sure to drink deeply of the cup, and feast your eyes on the golden robes of the evening”
b/ The rhythms
We must stress the great importance of the role of rhythm or beat in Maghrebi-Andalusi music. Unfortunately, transcription into solmization does not faithfully reflect the scope of rhythm in the interpretation of the music. It follows, naturally, that this gap is at the root of a certain negligence of rhythm by classical European music, to the greater glory of the tyranny of measure.
Omar Metioui - Translation: Amaya Bravo de Urquia
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IBN BÁYA
Ibn Báya, du musicien et philosophe Avempace (Saragosse 1070-Fez 1138), et de l’ensemble qui veut porter son nom, a vécu tant en Al Andalous qu’ au Maroc au XI et XIIème siècles.
L’héritage musical d’ Al Andalous, c’est à dire l’Espagne hispano-musulmane durant plus de sept siècles, fut divisé lors de l’expulsion des hispano-arabes de la Péninsule Ibérique. Dans l’Espagne chrétienne, cet héritage se dilua dans les musiques populaires, dans le langage, dans la thématique orientale des romans et dans d’autres formes de musique culte. En Afrique du Nord, la tradition orale culte fut reprise et maintenue dans ce que l’on appelle aujourd’hui la musique Andalou-Maghrébine.
Al Máya est la nouba choisie par Ibn Báya après la nouba Al-Istihlal, premier CD de l’ensemble. Le nombre des musiciens et des instruments a été augmenté pour cet enregistrement.
Avec cette musique sensuelle et mystique, tendue et expressive, l’ensemble Ibn Báya désire montrer la beauté des mélodies andalouses, le secret de la technique vocale spécifique de cette musique modale, les instruments historiques et traditionnels qui enveloppent cette poésie créée durant la période la plus lumineuse du Moyen Age espagnol.
Grâce à la rencontre de ces musiciens et à l’interprètation de la musique andalouse, dont l’histoire a été en partie conservée par les communautés juives du Maghreb, l’ensemble Ibn Báya reconstitue et actualise l’Espagne des trois cultures musulmane juive et chrétienne qui ont configuré la civilisation méditerranéenne.
Nous dédions ce travail au grand maître Mohamed Ben ’Arbi Temsamani de Tanger.
Eduardo Paniagua et Omar Metioui
MUSIQUE ANDALOUSE - NUBA AL-MÁYA
“Quelle après-midi! Je ne cessais d’attendre son arrivée car elle annonçait l’union au coeur embrasé. Le soleil sous les nuages ressemblait à de l’or brodé sur une tunique bleue.”
San’a 35, rythme btáyhí, Nouba al-Mayá.
Avec les noubas, la musique andalouse atteint sa plénitude à l’époque des royaumes de Taifas, aux XI et XIIèmes siècles. Le musicien Ibn Báya, en créant d’une école de musique à Saragosse, a légué une multitude de mélodies qui devinrent célèbres. Probablement, beaucoup de mélodies anonymes des noubas lui sont attribuables et nous sont parvenues pour la plupart par tradition orale.
L’ âge d’or des arts d’ Al-Andalus termina avec la chute de Cordoue (1231) aux mains du roi de Castille et Léon, moment où commence la dispersion des noubas dans tout le Nord de l’Afrique. Après une nouvelle éclosion à la cour nazari de Grenade, l’an 1492 marque la fin de la création musicale en Al-Andalus, et donne naissance à différentes écoles de musique andalouse au Maghreb. La tradition nous parle de 24 noubas, une pour chaque heure du jour.
La nouba al-Maya fut composée pour être interprêtée de midi au coucher du soleil. Dans le recueil de chants le plus ancien qui nous soit parvenu, celui de al-Haik (vers 1800), on trouve soixante trois chants d’auteurs inconnus. Les compositeurs de cette nouba se sont efforcés d’établir un rapport harmonieux entre les poésies et les mélodies, en créant une mosaïque d’oeuvres qui reflètent l’esprit de la nouba al-Maya. C’est l’esprit de cette nostalgie que l’on respire au couchant, quand se découvrent les beautés des couleurs et des parfums des jardins baignés d’une douce lumière dorée pour la rencontre des amants.
Pour le monde islamique, ce thème se mêle aujourd’hui à la nostalgie de la splendeur perdue d’ Al-Andalous, terre fertile en culture, en richesse et en tolérance. Cette nostalgie est telle que l’on parle du “mal d’ al-Maya” comme de l’annonce de la séparation et de la dispersion des amis.
“Quand l’homme prend son luth et interprète les notes qui accompagnent la poésie, son esprit se sent immergé dans le monde de la musique jusqu’à ce qu’elle pénêtre au plus profond de son être et le purifie.” Ibn Bayá-Risalat al-alhan
Pour ce qui est de l’effet thérapeutique de la musique, Al-Haik dit dans son recueil:
“Dans de nombreux moyens thérapeutiques, prédomine la théorie selon laquelle la bonne voix pénètre dans le corps, tranquillise le coeur et fait frémir les membres. Et que toutes les choses fatiguent le corps sauf la musique... car elle est repos de l’âme, printemps du coeur, distraction de l’affligé, récréation du solitaire et viatique du voyageur”.
Eduardo Paniagua
L’ART DE LA NOUBA ANDALOUSE
La nouba est un art musical très élaboré, né au huitième siècle à la cour abasside de Bagdad et elle eût son apogée à la cour des Omeyas de Cordoue. Le sens de ce mot a été l’objet de plusieurs interprétations. Au début, il se réfèrait au moment où tous les artistes devaient prendre leur tour auprès du Calife. Par la suite, il désigna la séance musicale proprement dite et pour finir, il signifia le répertoire musical en tant que tel.
Grâce à l’illustre Ziryab, cet art éclôt vers l’an 825 à la cour du calife Omeya, Abderraman II à Cordoue. Cet évènement décisif dans l’histoire artistique de l’Andaloue, favorise l’essor d’un domaine musical innovateur qui dépassa les frontières d’Espagne pour étendre son influence au reste du continent européen. Partout surgirent des conservatoires, des fabricants d’instruments et des mécènes appartenant aux rangs les plus élevés de la société. Cet essor connut un développement sans précédents à l’arrivée des Mul´k al-Taza’if en 1031 (royaumes de Taïfa). Chaque petit royaume tint à s’entourer d’un nombre d’artistes plus important, ceux-ci devenaient source d’orgueuil pour les monarques et les hauts dignitaires. Ce phénomène permit aussi la divulgation de la musique dans les différentes couches sociales. Les esclaves spécialisées en musique (qayna) connurent un essor extravagant et elles étaient vendues à des prix exorbitants. L’historien Ibn Bassám (mort en 1147) parle d’un certain Ibn al–Kattáni, personnage dont la tâche était l’éducation des esclaves. Les andalous était connus pour leuramour illimité de la musique, de la poésie et des beaux–arts, au point qu’il leur était impossible d’échapper au son des instruments de musique baignant toutes les ruelles des villes andalouses.
Grâce à ce système d’éducation musicale, l‘Andaloue apporta à l’histoire de l’humanité de grands noms de musiciens, musicologues et interprètes, tels que l’illustre Ibn Bayá (Avempace, 1070-1138), Ibn Rush (Averroès), Ibn al-Hásib al-Mursí, Ibn al–Himára al–Garnátí, Ibn Júdí, etc. Et une pléyade de poètes tels qu’al-A’má al-Tutílí (1082-1126), Ibn Baqqí (mort en 1145), Ibn Quzmán (mort en 1160), Ibn Zuhr (1110-1198), Ibn Sahl (1212-1251), al-Shushtarí (1212-1269), Ibn al-Jatíb (mort en 1374), etc.
En littérature, deux formes de poésie virent le jour grâce à Muqaddam Ibn Mu’áfa al Qabrí (muwashshah, fin du IXème siècle) et Ibn Quzmán (zéjel). Ces formes poétiques qui n’obéissent pas aux règles de la métrique classique arabe établies par al-Jalíl Ibn Ahmad (mort en 791), répondent à un besoin de se libérer des formes classiques. Cette évolution fut dictée, entre autres facteurs, par la nouvelle rythmique et prosodie musicales et par le besoin de créer un langage capable de répondre à un caractère et aux nouvelles aspirations du peuple andalou.
Nouba al-Máya
La nouba al Máya apparaît en troisième lieu dans Kunnásh al-Ha’ik, le recueil de poésie des onze noubas maroquaines (1800). Les onze noubas constituent le patrimoine musical andalou-maghrébin, connu au Maroc sous le nom de al-Ala. Al-Ala signifie instrument; c’est le contrepoint de as-Sámá, terme qui désigne la musique vocale des Záwya-s ou confréries religieuses. Au Maroc, nous connaissons deux répertoires de musique classique ou culte:
1. as Samá’
Terme qui littéralement signifie audition: en effet il s’agit l’audition d’une cérémonie de musique spirituelle ou mystique. Normalement, ce répertoire est basé uniquement sur la voix et la plupart des conféries du Maroc n’utilise aucun instrument de musique. Pour en connaître plus sur ce genre musical, on peut consulter notre disque: Rituel Soufí-andalou, poèmes du mystique grenadin al-Shushtarí du XIIIème siècle (Sony Classical).
2. Al-Ála
Constitue le répertoire classique des “cinquante cinq” (11 Nouba x 5 Mizan = 55). Le mot Mizan a un double sens: d’une part, il désigne l’un des cinq rythmes de la nouba: Bsít, Qa’mi Wa-Nisf, Btáyhi, Dary y Quddám; et d’autre part, il désigne une série de san’as (chansons) basées sur l’unicité du rythme, qui passe par plusieurs mouvements durant l’exécution des chansons. Actuellement, al-Alá est considéré comme le répertoire profane de la musique classique du Maroc et on le chante aussi bien au cours des fêtes lors des réunions familiales (mariages, naissances, circoncisions, etc) qu’au cours des grandes représentations nationales et internationales. C’est l’une des principales caractéristiques de cette musique que d’être appréciée tant par le public raffiné et habitué à la musique sérieuse et culte que par le grand public. Cette particularité est dûe à ce que chaque Mizan d’une nouba est contituée de plusieurs mouvements. En schématisant et en simplifiant, on peut considérer que le Mízan passe par trois phases essentielles: la phase longue, (Mwssa’/Largo-Larghetto), la phase intermédiaire, (Mhzúz/Andante), et la phase rapide, (Insiráf/Moderato-Allegro).
Au cours de l’interprétation complète d’un Mizan qui dure d’une à trois heures, le rythme s’accélère progressivement jusqu’à sa culmination dans la dernière san’a (Qafla). Comme nous l’avons dit plus haut, le public connaisseur parvient à suivre cette ascension rythmique lente et progressive qui mène l’auditeur jusqu’à la dernière phase où il peut approcher la phase extatique d’un Samá (audition mystique). Les non-initiés et le public non connaisseur demandent seulement la dernière phase du Mízan (Insiráf), parce qu’elle est légère et peut servir de thème de danse et d’exhibitionisme. Les amateurs de ce morceau de la Nouba sont de moins en moins nombreux, à cause des courants d’influence étrangère (Egypte, Occident) qui parcourent le Maghreb. Ce patrimoine musical qui existe depuis plus de mille ans, risque de disparaître où d’être absorbé par d’autres genres musicaux, y compris au sein du pays qui l’a conservé et développé. Mais essayons de nous consoler en pensant que s’il a été capable de résister aux vicissitudes de l’histoire au cours des siècles, c’est qu’il possède une force intérieure qui garantit sa survie et le rend immortel. On pourrait attribuer ce phénomène au procédé lui-même engendré par la tradition orale, qui a toujours laissé une marge de liberté d’expression et d’interprétation aux nouvelles générations. Tout le contraire de la partitition écrite, qui inhibe les facultés de l’artiste et le prive de toute liberté d’expression. Il est démontré que suivant la politique culturelle du pays, ce patrimoine connnaîtra des moments de gloire et de floraison, et au contraire, passera par des périodes de déclin et de régression.
La nouba al-Máya constitue une des quatre racines de l’arbre des modes. Ses dérivés sont: Rassd, Raml l-Máya. L-Hsín. Inqiláb r-Ramal et Síka. Son élément est l’air et sa saison de l’année le printemps. Selon al-Há’ik (1800), le son principal de son modes est le mathlat ou troisième corde du ‘Ud, qui s’appelle al-Máya. Actuellement on utilise comme tonique de ce mode la note sensible Do. Le mode Máya se distingue des autres mode de Do par l’apparition fréquente de la note sensible Si, caractéristique du mode Síka. C’est un tab’ (mode) qui suscite l’humeur du sang, en augmentant sa force et ses influences et s’oppose par contre à l’humeur de l’atrabile, qu’il atténue et adoucit. Il incite celui qui l’écoute au sommeil . Les musiciens appellent ce tab’ la mer. Selon ce même auteur, ce tab´a été inventé par Umayya Ibn al-Muntaqid ou par une femme qui s’appelait Máya. Il est clair que l’on n’a pas pu prouver l’authenticité de l’information fournie par le précieux manuscrit de “al-Há’ik” et nous ne le citons que pour sa valeur historique. Plusieurs san’a de cette nouba appartiennent au mode Síka. Le mode Síka fait partie des túbú’ qui ont perdu leur nouba. Les san’as de ce mode, connues sous le nom d’orphelines (yatámá) qui sont dispersées dans d’autres noubas, telle que la nouba Gríbt l-Hsín. Tab’Sika est un mode en Mi très apprécié dans le flamenco (soleá). Le muwwal interprété dans la nouba al-Mayá est basé précisemment sur les sons de cet tab’.
a/ La poésie
La thématique de cette nouba est une description très détaillée du moment du jour entre midi (‘Assr) et le coucher du soleil (Maghreb). On peut être surpris par la précision avec laquelle sont décrits les phénomènes naturels du coucher du soleil, les différentes couleurs et parfums des jardins. Les rendez-vous avec l’aimée au crépuscule, la nostalgie de l’éloignement et de la séparation, l’éternelle position du censeur (al-‘akhúl), etc...
“Quand le soleil pâlit et vient le moment du coucher sois chanteur de l’al-Máya,
Oh frère de joie! Presse-toi de boire les verres, et réjouis tes yeux du manteau doré de la nuit”
Omar Metioui - Traduction: Brigitte de Vaumas
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