SEVILLA MEDIEVAL Y MUDÉJAR
La Sevilla medieval fue una prolongación de la Isbiliya almorábide y almohade. Su estructura musulmana se prolongó porque en su entorno urbano persistieron los alarifes y albañiles musulmanes. Estos continuaron construyendo lo que sabían hacer sobre las influencias de otras artes venidas del Norte. Con el estilo mudéjar, los artesanos musulmanes trasmitieron su arte a los cristianos. Pedro I de Castilla, proclamado rey en 1333, con estos artífices da nueva vida al ruinoso Alcázar, y la historia y leyenda de sus amores con María Padilla y otras mujeres quedaron para siempre vinculadas a este lugar.
EL ALCÁZAR DE SEVILLA
El Alcázar de Sevilla es uno de los mas bellos palacios de la Corona de España. El devenir de la historia fue dejando su huella hasta conformar un rico tapiz de edificaciones, patios, jardines, acontecimientos históricos, tradiciones y leyendas. Ha sido ininterrumpidamente vivido, transformándose según las necesidades de su multicolor existencia.
Reyes como el poeta del siglo XI Al-Mutamid, el conquistador de la Sevilla musulmana (1248) Fernando III, su hijo Alfonso X el sabio, creador del ""scriptorium"" donde se crearon los manuscritos de las Cantigas, el remodelador del Alcázar mudéjar (1364-68) Pedro I, Isabel la Católica con sus expediciones al Nuevo Mundo, las bodas del Emperador Carlos V con Isabel de Portugal y acontecimientos interminables dejaron su poso en este conjunto arquitectónico, que desde 1988 es considerado Patrimonio de la Humanidad.
En el lugar del Alcázar estaba situada la basílica de San Vicente, donde se enterró a San Isidoro (636) y trabajaron San Leandro y sus discípulos. Desde el año 711 Sevilla es islámica y fue tras la invasión normanda del 844 cuando Abd al Rahman III mandó alzar sobre las ruinas de San Vicente la ""Dar al-Imara"" Casa del Gobernador, núcleo original del Alcázar. En el siglo XI, durante el reinado de los Taifas Banu Abbad, se amplió la fortaleza llamándose Alcázar ""al-Muwarak"", Alcázar de la Bendición. Durante el reinado de los almohades (1147-1237) Sevilla se convierte en capital de este imperio y Abu Yaqub Yusuf manda construir ampliaciones interiores y exteriores entre las murallas de la ciudad, el río y el Alcázar. Es el momento de las edificaciones de la Mezquita Mayor con la Giralda. Fernando III conquista la ciudad y el Alcázar se convierte en residencia de la corte de los reyes de Castilla, que amplia en estilo gótico Alfonso X según las nuevas necesidades. Alfonso XI, victorioso de la Batalla del Salado (1340) contra los moros de Granada, manda labrar ampliaciones en un estilo arquitectónico nuevo mezcla de elementos cristianos y árabes, iniciándose el mudejarismo civil sevillano. Pero es su hijo Pedro I, quien remodelará el Palacio sobre este estilo mudéjar, participando alarifes de Toledo, Granada y Sevilla. Es el momento en el que se realizan la mayoría de las inscripciones en idioma árabe sobre los diferentes elementos arquitectónicos, dándoles todo el esplendor que todavía hoy disfrutamos en su integridad.
INSCRIPCIONES DEL ALCÁZAR
En todas las Salas y en la Fachada principal del Alcázar del rey don Pedro aparecen inscripciones, la mayoría en idioma árabe y algunas en latín recuadrando las anteriores.
En su contenido se pueden distinguir las invocaciones a Dios (Allah), y las dedicadas a elogiar al propio edificio y a honrar a su constructor, el “sultán” don Pedro.
Las inscripciones están muy repetidas de origen y debido a las múltiples restauraciones para “mejorar” los adornados muros. Este hecho realizado por desconocedores de la caligrafía e idioma ha producido el que se supriman partes de las palabras, o se mezclen unas frases con otras, incluso colocadas en sentido inverso. Para poder ser cantadas algunas de las inscripciones han tenido que ser reconvertidas al idioma árabe clásico, trabajo realizado por el profesor de literatura española de la Universidad de Praga Hamza Massari, original de Tánger.
EDUARDO PANIAGUA