CANTIGAS DE CASTILLA-LA MANCHA
Cuando los musulmanes ocupan España en el siglo VIII la nobleza hispano-goda luchó por su independencia desde Asturias apoyada por los fugitivos de la Meseta Central. La Reconquista desciende de las montañas del Norte hacia la tierra llana, el reino de León y el territorio audazmente repoblado que es llamado Castilla.
La arabización de la mitad sur de la Meseta Central de la Península Ibérica fue más intensa que la norte. La conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085 marcó un hito importante en su retroceso, pero la reacción almorávide primero, y la almohade después, retrasará la repoblación de estos territorios. Cuando se inicia la reconquista del valle del Guadalquivir en el siglo XIII con Alfonso VIII y Fernando I, el atractivo de las campiñas béticas da preferencia a su repoblación y colonización, que en La Mancha y Extremadura sufren un nuevo retraso. La influencia en estas tierras de las órdenes militares, dueñas de vastos territorios, mantuvo en ellas el régimen de explotación ganadera que condicionó su economía y cultura. La denominación de Castilla-La Mancha, antes Castilla la Nueva, aparece tardíamente. Durante la Edad Media gran parte de estas tierras formaban el Reino de Toledo, nombre que todavía era usado en el siglo XIV.
Guadalajara, a orillas del río Henares, donde sucede el milagro de la garza, fue conquistada por Alvar Fáñez Minaya. De la ciudad de Sigüenza son las peregrinas de Jerusalén. En los páramos del Este se encuentra la ciudad de Molina, que fue conquistada en 1129 por Alfonso I de Aragón, en la que sucede la cantiga de la paralítica.
Cuenca debe su existencia a su estratégica posición defensiva. Alfonso VIII de Castilla la arrebató a los almorávides en 1179, iniciando su catedral sobre la mezquita mayor. En esta ciudad pasó su grave enfermedad Doña Beatriz, madre de Alfonso X, como cuenta la cantiga 256.
En la ciudad de Cañete, camino de Cuenca a Valencia, suceden las cantigas de Mateo y la de la imagen de Santa María que cambia de altar.
En el Sur de la Alcarria está la villa de Uclés, con su castillo edificado en 1174, sede de la Orden de Santiago. De allí parten los soldados que salvan a la mora y a su hijo en la conquista de otro castillo.
Alcaraz, un importante enclave árabe y cristiano en la zona de la sierra de Albacete, fue famosa por sus alfombras y posible localización del milagro de la mula que resucita.
Ciudad Real nació como villa por deseo de Alfonso X para contrarrestar el poder de la Orden de Calatrava y para facilitar las comunicaciones de Castilla con las tierras del Guadalquivir. En Alcázar de San Juan sucede la aparición de la Virgen a una mujer.
Toledo es el principal centro histórico y cultural de toda Castilla-La Mancha. A las Cantigas de Toledo le hemos dedicado un disco completo por su abundancia y riqueza de matices. En Consuegra de Toledo, junto al castillo de la Orden de San Juan del siglo XIII, hoy se alinean los molinos de viento tan inmortales como Don Quijote de La Mancha. Allí sucede la conversión del moro de Almería, Cantiga que contiene las más duras palabras contra la fe islámica.