LA TRADICIÓN CRISTIANA MADRILEÑA, SAN ISIDRO PATRONO DE MADRID.
Labrador mozárabe seglar, esposo de Santa María de la Cabeza, nació en el año 1082 c. en Madrid, villa del Taifa o Reino musulmán de Toledo y murió en Madrid cristiano en 1170 c. Toledo y Madrid fueron conquistados en el año 1085 por Alfonso VI de León (1047-1119). A causa de una de las reconquistas de Madrid por el rey almorávide, Isidro se refugió en Torrelaguna donde se casó y vivió por un tiempo. Regresó a Madrid en 1119 al servicio de Ivan Vargas, trabajando como labrador en los campos de las vegas de los ríos Manzanares y Henares. Desde su muerte sus restos mortales son venerados por los madrileños y en otros muchos lugares de España, Europa y América.
UN SIGLO DE LUCES EN LA EDAD MEDIA.
Isidro es el madrileño mas célebre del medievo, tal vez igualado por el matemático, astrónomo, alquimista y polígrafo hispanoárabe Maslama al-Mayriti Madrid 950 c. Córdoba 1007 c. el “Euclides de España”, consejero de Almanzor y primer madrileño de nombre conocido. Isidro es contemporáneo de los ilustres españoles: Avempace, Ibn Báya filósofo, médico y músico, Zaragoza 1070- Fez 1138, del poeta creador del zéjel Ibn Quzman 1086-1160, el astrónomo de Toledo Azarquiel 1029-1100 c., Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid 1043-1099, Moses Ibn Ezra 1060 c.-1138 c.
Isidro fue considerado santo por sus vecinos a causa de los milagros que hizo, tanto en vida como después de su muerte. Fue beatificado a instancias de la corona española por Paulo V en el año 1619, designando el día 15 de mayo como fecha de su fiesta, y canonizado por Gregorio XV y el rey de España Felipe IV el 12 de mayo de 1622. Junto a Isidro Labrador fueron canonizados Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Teresa de Jesús y Felipe Neri.
Es posible que estas melodías sean un siglo anteriores al códice del siglo XIII que presentamos y que puedan corresponder a la época del rey Alfonso VIII de Castilla (1155-1214), en momentos de exaltación a Isidro, posterior a la victoria de la Navas de Tolosa 1212, cuando Alfonso VIII al renovar el arca que contenía el cuerpo momificado, identificó a San Isidro como el pastor que milagrosamente orientó por caminos de Sierra Morena a su ejército para acceder a las Navas de La Losa, donde triunfaron en la batalla decisiva contra los Almohades. Esta victoria abrió la posterior conquista de toda Andalucía con la cristianización de las mezquitas y el rescate de los mozárabes del Sur. Un año antes había muerto en Madrid, con gran desconsuelo de la corte, el príncipe heredero Infante Fernando de Castilla (1189-1211), tras ser herido en razias hechas en Salvatierra y Talavera de la Reina.
EL CÓDICE DE JUAN DIÁCONO.
El códice de Juan Diácono escrito en 1272 según los expertos, contiene la historia y los milagros de San Isidro y los 6 himnos inéditos que ahora cantamos. Procede del archivo parroquial de San Andrés, templo cercano a su casa y donde fue enterrado el Santo. Se guardaba en el Museo de la antigua Catedral de San Isidro y en la actualidad está en el Museo de la Catedral de Madrid.
En los folios 16 al 18, de los 28 que contiene el códice, se encuentran los 6 himnos dedicados al Santo con el verso en latín y la notación musical de tipo cuadrado neumático y diastemático, sobre línea a punta seca para mantener la altura relativa de las notas. No tiene clave ni tetragrama y se puede apreciar el intento de marcar el ritmo mediante el trazado de sutiles líneas verticales.
Se quiere identificar a Juan Diácono con Fray Juan Gil de Zamora (1241-1318), franciscano ordenado diácono en 1266 en San Francisco el Grande de Madrid, que estudió en Paris con San Buenaventura y más tarde en Roma. Fue secretario regio de Alfonso X y en 1278 trabajó para las Cantigas de Santa María en el scriptorium real. Se dedicó en especial a la vida y milagros de la Virgen y de los Santos. Su obra mas importante es el texto teórico “Ars Musica”, basada en Boecio y la sabiduría musical antigua.
El códice se conserva de manera excelente. La notación musical de los himnos se ha estudiado gracias al facximil editado en 1993 por la Academia de las Artes e Historia de San Dámaso del Arzobispado de Madrid y a las fotos cedidas por el Museo de la Catedral Metropolitana de Madrid. El profesor Juan Carlos Asensio nos ha ofrecido la transcripción musical según los estudios actuales de este tipo de códices y nos ha animado a realizar la versión mensural rítmica de estas melodías, propias para los cantos procesionales de mártires y santos. Así lo hacemos combinando las dos posibilidades de interpretación, canto llano y canto procesional, para disfrutar al acercarnos, por un lado al mundo devocional rural del Madrid del siglo XIII, y por otro lado al ambiente de la corte de Alfonso X el sabio, rey de Castilla, León y Andalucía, contemporáneo del códice.
INTERPRETACIÓN, ROMERÍAS Y LITURGIA
Hoy rescatamos estos cantos con el espíritu de su tiempo, rodeándoles de los instrumentos musicales de la época: gaitas, cálamos, flautas, salterios y tambores, y con su texto original latino en verso clásico. Hemos tenido en cuenta la doble vertiente artística y litúrgica, sin dejar el ámbito devocional en el espíritu de las romerías de los santos.
Estos seis himnos se entienden como la oración de un pueblo que conoce los méritos y milagros del Santo, al que veneran por aclamación popular. El resumen de su contenido es loar sus méritos y enseñanzas; anteponer lo espiritual a lo temporal con su comportamiento no siendo clérigo, pero atendiendo a sus convecinos compartiendo sus bienes. En compensación disfrutó de la ayuda divina cuando ángeles y bueyes de color blanco labraban los campos junto a él, cumpliendo con su compromiso laboral, además de ocupar su tiempo en visitar y rezar en los nueve templos de la villa de Madrid. Según el códice de Juan Diácono fue San Isidro un sencillo labrador, humilde trabajador con sus manos.
En esto consisten sus milagros que cantan los himnos: se multiplican los alimentos que reparte, el beneficio del agua descubriendo pozos, curando las enfermedades de hombres y animales, en especial la ceguera. Más tarde después de muerto, el Santo intercederá en múltiples curaciones y en pedir la lluvia en tiempos de sequía mortal.
En esos años de sequía y como consecuencia hambre y muerte de pobres y mendigos, como en el año 1275, se hicieron procesiones cantando estos himnos en el mes de marzo, sacando las reliquias del santo para “pedir la lluvia con lágrimas y suspiros”. Como en el himno sexto, en esta ocasión todo el pueblo de Madrid con el Cabildo de clérigos, el Concejo de legos y el Colegio de religiosos, unánimes rogaron por la lluvia portando a hombros su cuerpo hasta la Basílica de Santa María de Atocha, situada a dos millas de la Villa. Solo cuando enfrentaros verticalmente las reliquias a la imagen de la Virgen, la providencia hizo comenzar una abundante lluvia.
Himno I, Magne virtutis titulo. Alabemos a Isidro, egregio por la fama. Elogio de Isidro, ejemplo de héroe de virtud. Describe su quehacer diario de trabajo y devoción, en especial a la Virgen María, en su tiempo libre. Muy temprano visita las iglesias de la villa de Madrid y después unce los bueyes para labrar. Por ello recibe la ayuda divina de un joven ángel guiando bueyes blancos. Los vecinos le acusan a su patrón de ir tarde a su trabajo pero con las señales divinas no hay reproche posible y mas tarde el ángel y los bueyes desaparecen. Isidro solo reconoce la ayuda de Dios y por la buena cosecha el patrón confía en Isidro, el fiel siervo, favorecido por Dios.
Himno II, Quis sicut noster dominus. Quién como nuestro Señor. Elogio de Isidro, pobre y humilde, que es elegido por Dios como justo (santo). Dios creador y rey de todas las cosas, salvador y redentor, entre reyes y príncipes ensalzó a los pobres. Cita a Pablo y a Zacarías que atestiguan que Jesucristo es el humilde ue está en el trono. La Providencia se manifiesta con el testimonio de Isidro.
Himno III. Iam pura fragrant balsama. Ya exhalan su olor los perfumes. Ensalza, como constatación de su santidad, el grato olor de la tumba del justo Isidro, similar a los perfumes de cielo. Elogia su facultad de conseguir el favor de la lluvia para los campos. Los potentados y los feligreses dan gracias al Señor en Trinidad, porque ama a un campesino, y que por sus virtudes concede ayuda y recompensa.
Himno IV Ergo sancti presencia. En presencia del Santo. Ensalza al santo Isidro descubriendo su vida de trabajo y devoción. Canta la compañía y ayuda de los ángeles y el milagro de multiplicar la comida de los cofrades para dársela a los pobres. Elogia al santo que presta ayuda a los necesitados habitantes de España (Yspanie).
Himno V Felix, fidele munus. Dichoso y duradero presente el que Dios. Letanía de 18 estrofas de elogios a Isidro por sus obras de bienaventurado y considera como un regalo la reliquia de su cuerpo incorrupto.
Himno VI Letificati precio. Alegres por la merced del Santo. Le precede la melodía de la Cantiga de Santa María nº 142 de Alfonso X el Sabio, La garza del río Henares” que pertenece el CD Pneuma PN-280 Virgen de Atocha Cantigas de Madrid. El himno es un canto de alegría y alabanza a Dios por el héroe local Isidro bienaventurado. Es elogiado por el Cabildo, el Concejo y las gentes de Madrid: sacerdotes, diáconos y ministros, nobles, ancianos, jóvenes, casadas, doncellas, chicos y niños. Todos cantan sus milagros y virtudes y se pide su intercesión.
En las dos Cantigas de Santa María de Alfonso X dedicadas a la Virgen de Atocha, contemporáneas del códice que cantamos, se narran milagros de labradores y trabajadores de ese Madrid, con el mismo talante que Isidro mozárabe y su manera de entender la vida con sus vecinos.
LA ERMITA DE SAN ISIDRO DEL CAMPO EN MADRID
Aún hoy son mas de 50 los municipios de la actual región de Madrid que tienen ermitas o imágenes dedicadas a San Isidro. Desde el siglo XIV podemos verlas en Garganta de los Montes, Torrelaguna, en el Señorío de Buitrago y en el valle del Lozoya. Mas tarde después de la canonización del santo de Madrid, se crearon muchas en especial en las vegas de los ríos Henares y Tajuña, y en especial la ermita del Cortijo de San Isidro en Aranjuez. Lo mismo en decenas de cofradías de labradores en toda España y, por extensión, en las Américas.
Entre todos sus santuarios el mas emblemático es la Ermita del Santo en la madrileña ribera del río Manzanares. Poco sabemos de la edificación originaria, pero ya es citada en el siglo XIV. En ella se daban cita la procesión desde la iglesia de San Andrés, donde se guardaban sus restos, y otra desde Carabanchel al otro lado del río. La romería se ha venido celebrando junto al pozo y la fuente que el santo hizo brotar en su mas célebre milagro. Hoy es el lugar de la celebración del patrono de Madrid cada 15 de mayo.
La liturgia hispano- mozárabe comenzó a celebrarse en Madrid en los tiempos actuales en el año 1994 en esta Ermita de San Isidro gracias al P. Manuel González López-Corps. Fue él, siendo Presidente de la Asociación Hispano-mozárabe <Gothia>, quien me mostró el Códice de Juan Diácono con la petición de transcribir, cantar y difundir estos 6 himnos inéditos. Pasado un año de estudio -gracias al Cabildo y al Museo de la Catedral de la Almudena- presentamos este CD con su primera interpretación, primicia mundial. Por ello le dedicamos este trabajo, agradecidos por su investigación y labor de rescate de la liturgia mozárabe.