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PN 150 AL ÁLA AL-ANDALUSIYYA

PN 150 AL ÁLA AL-ANDALUSIYYA

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Índice

PN-150 AL ÁLA AL-ANDALUSIYYA
MÚSICA ANDALUSÍ •OMAR METIOUI ENSEMBLE

I. Núba Al-Hiyáz Al-Mashriqí
1. Bugya Núba Al-Hiyáz Al-Mashriqí 2:41
2. Twíshya 1 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 6:59
3. Inshád 1, Tawíl Alá Yá Nadíman 1:53
4. Twíshya 2 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 2:06
5. Twíshya 3 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 1:44
6. Twíshya 4 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 0:58
7. Inshád 2, Inqiláb ar-Ramal Yá Gazálan bi-l-Himá 1:56
8. Twíshya 5 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 0:34
9. Twíshya 6 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 2:38
10. Inshád 3, Tawíl Alá Yá Munshida Hamdán 2:00
11. Twíshya 7 Al-Hiyáz Al-Mashriqí 3:25

II. Núba 'Iráq Al-'Ayam
12. Bugya / Twíshya Núba 'Iráq Al-'Ayam 3:04
13. Inshád 4, Mutaqárib Ra'aytu l-Hilála 1:49
Mízán (Fase rítmica) Btáyhí
14. San'a, Futintu Min Nazra 7:10
15. Taqsím 'Úd 'Iráq Al-'Ayam 1:51
16. 1. San'a, Yá Qawmí Hayarní
2. San'a, Qalbí Man Yurídak 7:05
17. Muwwál, Tih Dalálan 8:06
18. 1. San'a, Sakirná Wa Táb Shurbuná
2. San'a, Yá Warda z-Zawán
3. San'a, Qadru l-Kalám 5:29
TIEMPO TOTAL 61:34
Portada: La civilización del Califato de Córdoba en tiempos de Abd al-Rahman III, de Dionisio Baixeras (1885)
Traducción de textos: Pablo Beneito, Manuela Cortés, Cecilia Twinch
Sonido: Luis Delgado -Equipo móvil (Tánger) y Urueña (Valladolid) • Masterizado: Hugo Westerdahl - Axis, Madrid 1998
Producción: EDUARDO PANIAGUA • 1999 PNEUMA

MÚSICA ANDALUSÍ, AL ÁLA AL-ANDALUSIYYA
NÚBA AL-HIYÁZ AL-MASHRIQI · NÚBA 'IRÁQ AL-'AYAM

Al Ála al-andalusiyya es la denominación en Marruecos de la música de las Núbas arábigo-andaluzas. Una orquesta de al ála es la especializada en la tradición clásica marroquí de la música andalusí-magrebí.
Con esta brillante grabación del grupo de Omar Metioui, bajo el patrocinio de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), PNEUMA en su Colección Al-Andalus avanza en la difusión de esta exquisita y variada música cortesana, especialmente en las introducciones instrumentales (Twíshya), creadas en la España islámica medieval, y guardadas amorosamente hasta nuestros días por la tradición oral.
EDUARDO PANIAGUA

OMAR METIOUI ENSEMBLE
Omar Metioui: Dirección, 'Úd, Voz
Mohamed Aroussi: Violin, Voz
Ahmed Al Gazi: R'báb
Abdeslam El Amrani Boukhobza: Tár, Voz
Hajjaj Mohammed: Úd 'Arbí
Abderraja Aroussi: Viola
Abdeslam Nayti: Qánún
Abdelouahid Acha: Náy
Mohamed Agdour: D'rbúga
Hasan Ajyar: Voz
Abedelhamid Al-Haddad: Voz
Said Belcadi: Voz

Descripción

AL-ANDALUS, UNA HERENCIA ARÁBIGO-ESPAÑOLA
Andalucía tiene una historia medieval brillante y única en todo el mundo occidental. Lugar de encuentro de civilizaciones y sede de creencias diversas ha sabido amalgamar, sintetizar y crear una civilización nueva en la Europa del siglo VIII, basada sobre valores científicos y morales que aspiraban a ser universales. La civilización hispano-árabe, hasta la caída de Granada en 1492 y la salida de los últimos moriscos en 1609 hacia África del Norte, ha impregnado de su influencia a todas las regiones, tanto del norte como del sur, de la península ibérica.
La tolerancia de costumbres y religiones bajo el reinado musulmán fue respetada durante algún tiempo por las monarquías cristianas. Numerosos sabios árabes y judíos siguieron viviendo y trabajando en las cortes españolas. Un ejemplo tardío lo ilustra el moro Ayaya Fisteli, nombrado por Isabel la Católica caíd (alcalde) de los juglares de Granada el 13 de Febrero de 1492, para organizar y fiscalizar (tarcón) las agrupaciones musicales moriscas.
A pesar de la ceguera encarnizada que destruyó los aportes en el urbanismo, agricultura, ciencias y técnicas en las que destacaron los andalusíes durante más de ocho siglos en la península ibérica, se pueden encontrar trazos indelebles en el legado material dejado por la civilización arábigo-andaluza.
Ejemplo de esto es la utilización de palabras, frases, refranes y cuentos, donde la forma exterior de raíz latina está ligada al modo de pensar y sentir propio de la cultura árabe-musulmana. Esta observación se puede verificar en los dominios de las relaciones afectivas y amorosas, en el pensamiento religioso y filosófico, en la sabiduría popular y en el modo de descifrar el humor y las relaciones humanas, en los giros idiomáticos referentes a Dios, así como las actitudes corporales y los movimientos gestuales de los españoles.

Este legado inmaterial de Al-Andalus es difícilmente perceptible y no puede ser fotografiado como un monumento arquitectónico.
El insistir en este aspecto escondido del legado andalusí es porque a menudo está relegado a segundo plano y tiene mucho que ver con el mundo de la música. Musicólogos españoles y magrebíes comienzan a estudiar las similitudes entre sus músicas tradicionales.
Aún siendo muy discutida la interrelación entre la música andalusí y el flamenco, hemos podido establecer algunas similitudes entre el muwwál Sika (improvisación sobre el modo Sika) y la soleá. Entre el muwwál Sáhlí y la milonga. Los términos bulería, zambra, jota, siguiriya, fandango... derivan de palabras árabes. En Galicia un género musical se conoce por alalá, mientras que para el repertorio de las núbas al-ála significa música instrumental.
Al escuchar una saeta recordamos el canto del almuédano (muezzin) desde la altura del minarete de una mezquita recitando el Corán (tajwíd). La profundidad del martinete nos acerca al desgarramiento del corazón de las mujeres enamoradas del campo del Magreb ('ayyú') o la majestuosidad del inshád (canto solista libre codificado en las núbas). La interjección olé, como transformación de la expresión "Alláh".
Las vocalizaciones tran-tran-trao del martinete o tiri-ti-tan-tan-trao de las alegrías recuerdan a las llamadas tarátin del repertorio de las núbas.

AL ÁLA AL-ANDALUSIYYA


El 'Úd (Laúd)
Es el símbolo de la música árabe culta antigua y moderna. Su número de cuerdas cambia a través de la historia, pasando de 4 en el siglo VII a 5 en el IX. Su caja de resonancia piriforme abombada está constituida por duelas o costillas de madera y se cubre con una tapa de madera fina decorada con uno o tres oídos o rosetas caladas en la madera. El puente, encolado en la tapa, tiene cercano una chapa de madera dura que protege la tapa de los golpes del plectro, que está fabricado de pluma de águila o cuerno de res. La afinación de las cuatro dobles cuerdas del laúd, son el origen y objeto de las teorías musicales árabes que asocian los sonidos a los temperamentos humanos, a las estaciones del año y a los elementos de la naturaleza. Existen varios tipos de laúd en el Magreb, los más evolucionados son semejantes a los del mundo turco y egipcio, pero existen también instrumentos de cuatro cuerdas, como el 'úd arbi en Túnez o la quitra en Argelia, que tienen una caja más pequeña y diferencias en la afinación. El 'úd arbi tiene una sonoridad recia y brillante debido al pulso fuerte con el que se utiliza la púa y a su afinación, Re-re-sol-do, que tiene más aguda la tercera cuerda que la segunda, haciendo la melodía sobre estas cuerdas y utilizando la cuarta Re a modo de bordón.

El Qánún
Es una cítara o salterio de forma trapezoidal que ocupa un lugar importante en la música culta tradicional árabe, y que se toca habitualmente sobre las piernas. Tiene una caja de madera con juegos de cuerdas afinadas al unísono agrupadas en ternas, que se fijan a las clavijas de madera, que también se ordenan en filas de tres, y que se afinan girandolas con ayuda de una llave metálica de cobre o plata. Las cuerdas son pulsadas por púas hechas de cuerno, fijadas en el dedo índice mediante unos anillos metálicos también de cobre o plata.
El puente reposa sobre piel o pergamino, sujeto a la tabla armónica de madera.
La mano izquierda, que suele interpretar las notas graves, hace mover unas pequeñas piezas metálicas fijadas junto al clavijero que permiten cambiar la afinación de las cuerdas de una manera ágil sin tener que utilizar las

clavijas. El qánún cubre tres octavas y media, lo que le hace un instrumento muy completo tanto para la improvisación como para acompañar a las voces solistas.

El Rabab
Es un instrumento de cuerdas frotadas constituido por una caja de resonancia de madera escavada en forma ovoide alargada, que se coloca en posición diagonal apoyado sobre la rodilla derecha. La tapa armónica tiene su parte superior de madera ornamentada por dos o tres rosetones excavados, y la inferior cubierta por una piel de cabra. El puente, de caña, soporta dos cuerdas gruesas de tripa afinadas por quintas, que en su otro extremo se sujetan en un clavijero curvado hacia atrás. Mientras un corto y recio arco frota las cuerdas, los dedos de la mano izquierda estiran las cuerdas en el aire, sin contacto con la tapa. El rabab es uno de los instrumentos más originales y antiguos del Magreb y el único realmente árabe. Tiene un sonido nasal y una tesitura que no sobrepasa la octava y media, y ha sido modernamente desplazado por los violines y violas.

El Violín y la Viola
(Llamados también Kamanja o Jrana)
Son los conocidos instrumentos europeos fijados y perfeccionados en su forma por los constructores italianos del siglo XVII. Su singularidad en esta orquesta andalusí es que no se toca sobre el hombro o el mentón, sino verticalmente sobre la rodilla izquierda, lo que requiere una técnica de digitación y arco particular. La afinación también es diferente que la del violín de Occidente.

El Nay
Es una flauta de caña formada simplemente por un tubo biselado por un extremo y que se interpreta en posición oblicua contra los labios para conseguir su sonido al soplar por el extremo superior. Tiene seis agujeros en su parte delantera y uno en la trasera, consiguiendo cubrir una tesitura de tres octavas. Al tener una afinación según su dimensión se requieren tamaños diferentes de nay para cubrir las necesidades de modos y tesituras. Es el único instrumento de viento utilizado en la música culta árabe. Su técnica: posición de los labios, intensidad de emisión

del aire, forma de ataque, coloración de la sonoridad y textura velada, permiten mucha expresividad y exige un alto grado de virtuosismo. Su timbre y sonoridad brillante le obliga normalmente a ser instrumento solista.

La Darbuga
Es el instrumento de percusión más extendido del mundo árabe, tanto en la música culta como en la popular. Consiste en un tambor en forma de copa y hecho de cerámica, modernamente en metal o madera y de forma cilíndrica, cubierto por un lado con una piel de cabra o de pescado, dejando la parte inferior abierta y libre. Su técnica de interpretación tiene varios sonidos: graves, agudos, secos o resonantes, que permiten un variado juego para el ritmo.

El Tár
Llamado en Oriente daff o riq, es un aro de madera equipado con dobles pares de sonajas de cobre o latón, y cubierto por un lado de una membrana de piel de cabra o pescado. Su técnica de interpretación, jugando entre las dos manos, golpeado o agitado, ofrece muchas sonoridades diferentes sobre los dos golpes básicos: fuerte (dum) o débil (tak). Su intérprete ha de ser maestro del ritmo y del repertorio, pues es quien asegura el tránsito rítmico de unas obras musicales a otras.

EDUARDO PANIAGUA

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