Ir directamente a la información del producto
1 de 2

pneumamusic

PN 1030 IBN GABIROL. CABALLERO DE LA PALABRA (libro-disco Almuzara)

PN 1030 IBN GABIROL. CABALLERO DE LA PALABRA (libro-disco Almuzara)

Precio habitual €20,00 EUR
Precio habitual Precio de oferta €20,00 EUR
Oferta Agotado
Impuesto incluido.

Índice

IBN GABIROL (AVICEBRÓN) 1020-1053
CABALLERO DE LA PALABRA

Colección Poesía y Música • 3
La Ciencia del Amor
Tradiciones Espirituales de la Humanidad

CONTENIDO DEL CD PNEUMA PN-1030

Música Hispano-Hebrea: Eduardo Paniagua
Recitado: Grian (Antonio Cutanda)
Selección de poemas y música: Grian y Eduardo Paniagua
Producción musical y adaptación literaria: Eduardo Paniagua

Director Editorial: Eduardo Paniagua
Diseño: Pneuna/Eduardo Paniagua
Maquetación: O’Micron/Susana Ordoñez
I.S.B.N.: 978-84-96968-61-5
Depósito Legal: CO-985-08
Hecho e impreso en España. Made and printed in Spain
Impresión: Taller de Libros, S.L. (Córdoba)
© Pneuma. Almanzora 49, 28023 Madrid

ESTADO DE CONTRACCIÓN.
Desfallecimiento por la ausencia del Amado 32:25
1 EN TANTO VIDA TENGA / EN AGUAS TROCOSE MI ALMA /
QUÉ TE PASA ALMA MÍA 3:37
2 ME PREGUNTARON MIS PENSAMIENTOS 3:39
3 EL DÍA DE LA PARTIDA / LA NOCHE SE REVISTIÓ 6:42
4 VERDAD ES 3:54
5 ME HIRIÓ / DOLORIDOS Y CONSUMIDOS 6:36
6 TE DESEO CON TODAS MIS AURORAS / EL ÚLTIMO VIAJE 8:05

ESTADO DE EXPANSIÓN.
El gozo de la presencia del Amado 35:44
7 CIERTAMENTE ESTOY HASTIADO / TÚ VIVES 3:00
8 MI PLACER SE MULTIPLICA / CIMIENTO DE MI ALMA 4:49
9 EN LAS ALBORADAS GRITARÉ 3:30
10 TRES COSAS CONSPIRAN / QUIÉN PODRÁ CONOCER
EL SECRETO DE TUS OBRAS 4:12
11 POR EL DIOS DE MI VIDA / LO QUE TÚ DESPRECIAS 8:50
12 TÚ QUE REPOSAS 3:03
13 EN MI TEMOR Y MI MIEDO 3:25
14 LA RAZÓN ME PREGUNTA ASOMBRADA / AL ALBA
SUBE HACIA MÍ / HAS VISTO EL ESPECTÁCULO 4:53
Total 68:20

1 POESÍA Y MÍSTICA
Por ti, que no por mí, permanezco ante ti,
por el nombre de tu gloria, no por el mérito de mi obra.
A ti se inclina mi alma desde que era polvo,
cuando aún no era mi alma nada más que una capa de polvo.
Las grandes expresiones literarias de la experiencia mística las han reflejado los hombres religiosos. Los místicos sufíes, musulmanes, judíos o cristianos de todas las épocas, y los de otras religiones, han legado a la humanidad joyas del arte de la palabra poética, tesoros de la Ciencia del Amor. En su inefabilidad la experiencia mística sólo se puede mostrar mediante imágenes, símbolos y metáforas. A esto se debe su riqueza expresiva.
Pero hay místicos que jamás han escrito nada y han reflejado su experiencia a través de la música, de la pintura o de su propia vida contada por discípulos. La realidad mística es algo más amplio que la experiencia religiosa. Puede contener la experiencia pre-teísta de los no creyentes, incluidos los budistas zen y los shintoistas y también puede contener la experiencia estética, siempre que estén abiertas a la infinitud y a la plenitud como nostalgia y añoranza de la belleza y del amor. La poesía mística es un lenguaje común mediante el cual se pueden entender aquellos que son capaces de descubrir esta posibilidad experiencial del misticismo. El místico, tras lo perceptible en una primera mirada, re-visiona el rostro escondido de la realidad hasta llegar a su profundo e inagotable misterio. El poeta descubre el alma de las cosas sus secretos y su esencia. Como decía Virgilio “acoge con amor el llanto de las cosas”.
Describir un paisaje es establecer un dialogo con uno mismo a través de la naturaleza. Describir un estado místico es saber leer el gesto y saber expresar en él los sentimientos profundos y los estados del alma. Degustar y escuchar esa voz que solamente un oído cultivado por el espíritu puede percibir.

Mi cuerpo camina por la tierra y mi alma camina por las nubes.
¡Al hombre se le adhieren las desgracias, aunque fije su morada en las estrellas!
La obra poética de Ibn Gabirol no es poesía espiritualista y desencarnada, sino que contiene ecos de la sabiduría profética insobornable del pueblo judío.

2 IBN GABIROL, CABALLERO DE LA PALABRA
Abu Ayyub Sulayman ben Yahia ben Gabirol, apodado el cordobés, nació en Málaga hacia 1021. Su familia, de origen cordobés, tuvo que salir de su ciudad por la inseguridad existente durante la crisis final del califato. Pasó su niñez en Zaragoza donde recibió educación esmerada en el seno de la comunidad judía. Cuando tenía veintitrés años murió su padre quedando en precaria situación, lo que le obligó a buscar un protector: Yequtiel ibn Hasan. Más tarde, al ser ejecutado Yequtiel, su mecenas y amigo, sintiéndose solitario e incomprendido partió hacia Granada buscando el apoyo de Semuel ibn Nagrella. Encendidos y afectuosos poemas dedica a éstas tres personas; modelo y soporte de su personalidad.

Estoy sepultado, no en el cementerio,
mi ataúd se encuentra en mi propia casa;
Doliente, sin madre ni padre,
pequeño, solo y necesitado,
Separado de mis hermanos, sin mas compañero que mis sentimientos;
Mis lágrimas con mi sangre entremezclo,
vierto mi llanto en el vino;
Estoy sediento de amigos, mas voy a morir antes de calmar mi sed.
Poema de queja

En Zaragoza tuvo buenos maestros ya que, como reino de Taifas independiente, allí moraron grandes personalidades, entre las que se cuentan Ibn Chiquitilla, Josef Ibn Hasday y el propio Yequtiel. En Granada fue preceptor durante años de José, el hijo de Semuel Ibn Nagrella, pero se distanció de su mecenas cuando éste se molestó ante la crítica a sus poemas, a los cuales había descrito como “fríos cual nieve de Sierra Nevada”. A la muerte de Semuel escribió versos y elegías a su mentor, como antes había escrito ocho endechas a su padre y otras a sus maestros muertos.

Amado mío, amigo de mi alma, tú eres bálsamo de mi dolor,
cura y medicina de mis enfermedades.
Mucho te amo, mi amor no tiene límites,
aquí me tienes, pon a prueba y purifica mi corazón.
Porque es grande mi afecto mi poema te alaba
con muchas palabras nítidas, sin balbuceos;
los más grandes poetas se han asustado al verlo,
se han ruborizado y sienten vergüenza.
Panegírico a Semuel ibn Nagrella ha-Nagid

Se conoce poco de los últimos años de su vida. Su temprana muerte confirma lo frágil de su salud, que desvela también en sus poemas. Murió entre los años 1053 y 1058. Según la leyenda fue asesinado cruelmente por un poeta envidioso, siendo enterrado bajo una higuera en Valencia, la cual desde entonces comenzó a dar frutos mucho más dulces.

Él era mi padre, mi auriga, mi carro.
Para ti prepararé un lugar en mis entrañas
y en mi corazón para ti fijé una tienda.
Te buscaré, también te hallaré allí,
como a mi espíritu que hallo en mi interior.
Como características de su psiquismo espiritual se puede afirmar que Ibn Gabirol tenía una fe irradiante, una desesperanza sombría, un desprecio a la falsa apariencia y una gran confianza en su arte, hasta el extremo de mostrarse altivo.
“Ibn Gabirol… contuvo su naturaleza y corrigió su carácter, abandonando las cosas terrenas, encaminando su alma hacia lo espiritual, tras purificarla de bajos deseos, de modo que adoptó las sutilezas que conllevan las ciencias filosóficas y las ciencias exactas… Fue el más joven de esta generación… pero les superó en el decir… era un excelente artífice y elocuente actor… Caminó en el decir por una vía sutil, asemejándose con ello a los poetas musulmanes modernos, hasta el punto de que fue llamado “caballero de la palabra” y “hábil entre poetas”, por la facilidad y la lozanía de la expresión y la dulzura de los conceptos… abrió para los poetas hebreos las puertas de la retórica… Aunque era filósofo por naturaleza y conocimientos, su alma colérica tenía sobre la inteligencia un dominio invencible. Su genio indómito le llevó a injuriar a los grandes y a llenarlos de ofensas, sin excusarles sus defectos… Marchó también de la presencia de Dios este joven… en Valencia y allí está su tumba. Tenía recién cumplidos los treinta años.”
Moisés ibn Ezra, Kitab, siglo XII.
En ocasiones su obra muestra un sentimiento de fracaso y de abandono afectivo. En sus poemas se puede encontrar rebeldía e inadaptación a la sociedad de su tiempo, a la que ataca con agresiva crítica, arremetiendo especialmente contra los potentados ignorantes y contra los envidiosos.

Lee mi poema y no te preocupes que sus reproches contra ti se viertan.
Se trató a sí mismo con dureza y se aisló de su comunidad, lo que le produjo tormento en el alma y en el cuerpo, tal vez este distanciamiento fue motivado por el rechazo de su entorno social ante su falta de gracia física, su baja estatura y a su visible enfermedad de la piel.

Estas palabras que ahora escribo
serán para hombres cultos repetidas
y servirán de varas en sus manos
para corregir a los necios por generaciones.
Te he compuesto estos versos para enmendar
con algo tan excelso tu corazón atolondrado.
Poema de amistad
Pero al mismo tiempo refleja su grandeza de espíritu al mostrar una mirada crítica y sarcástica con los judíos socialmente reconocidos, superando sus propios defectos y sufrimientos, sin dejar nunca su empeño en buscar la sabiduría divina.

En mi alma se encuentra encerrada la esfera del cielo
Y la esfera del mundo en aquélla se encuentra guardada.

3 HÁBIL ENTRE LOS POETAS
En su diván se conservan poemas de gran belleza y calidad formal, en los que afirma que tenía dieciséis años, y en los que muestra consciente su valía y su desparpajo. Con veinte años ya había escrito muchos poemas de refinada técnica.

Yo soy la poesía, y la poesía es mi esclava.
Para poetas y músicos soy un arpa.
Mis poemas son como coronas de reyes,
tiaras en las cabezas de los magnates.
Aquí me veis, tengo dieciséis años,
mas mi mente comprende como un octogenario.
Ibn Gabirol posee un gran lirismo siendo a su vez un poeta formalista con gran dominio de la lengua. No rechaza por ello temas comprometidos y profundos.

Yo soy ese hombre que ciñó su cinto
y no cejará hasta cumplir su voto;
Su corazón por su corazón se angustia
Y su alma desdeña morar en su carne.
Poema autobiográfico.
Los escritos en prosa los realiza en el idioma árabe de su entorno, mientras que la obra poética la escribe en el hebreo de la Torá, añadiendo los necesarios neologismos árabes. Debido a su genialidad y profundidad esta incipiente poesía hebrea andalusí llega con él a la madurez y a la perfección técnica. Son especialmente llamativos los poemas en los que refleja sus sentimientos personales, y en los que se centra en la búsqueda de la sabiduría y la lucha contra el destino. Pocos poetas expresan tanta fuerza en sus sentimientos y en sus reflexiones íntimas. Su lucha interna refleja imágenes poéticas de realismo y valentía literaria, sobre todo cuando los poemas están cargados de pesimismo existencial y de conciencia de la debilidad humana por la lucha entre cuerpo y espíritu.

Tengo miedo, amigos míos, de lo que va a ocurrir:
¡sólo le sobrevive al hombre lo que teme!

Estaba yo durmiendo, y el cielo totalmente limpio;
la luna pura de corazón, sin mancha,
me condujera por las sendas de la ciencia,
me guiaba e instruía con su luz;
temiendo las desgracias, estaba preocupado por su luz
como un padre por su hijo primogénito.

Dios puso coto a mis pensamientos,
sin dejar que se realizaran mis íntimos deseos;
quedó atado con sogas tenebrosas mi corazón,
tratando de levantarse como guerrero acorralado;
y estando yo, amigos míos, aguardando esperanzado la luz de la luna,
en densa oscuridad la cambió, como si las nubes
tuvieran envidia de mi alma, y por eso apartaran de mí su luminaria;
espero ansioso que su rostro muestre,
para alegrarme como un siervo al que su señor recuerda.
Todas estas características hacen que su poesía amorosa y religiosa sea íntima y personal, utilizando además un lenguaje propio no usado hasta entonces por los poetas hispano-hebreos. En Ibn Gabirol la poesía sagrada y la secular tienen un sustrato común, tal vez por la implicación de su autor como pensador filósofo y moralista.

¿Quién es aquélla que como la aurora se levanta y asoma?
Brilla como el sol, pura y hermosísima,
llena de gloria como una princesa, tierna, delicada;
su perfume es como de mirra quemada y sahumerios;
su mejilla, una rosa enrojecida de sangre;
veo en ella embrujos sin ser hechicera;
con joyas de oro y perlas se engalana,
se cubre con valiosos zafiros;
una luna creciente es la diadema sobre su cabeza,
toda ella de labor de ónice y jaspe.

Se me apareció a lo lejos y pensé que era
una paloma que saltaba y revoloteaba por el campo.
Corrí hacia ella al verla;
al verme ella ocultó su cara.
Panegírico a Semuel ibn Nagrella ha-Nagid.
Aunque por un lado están los poemas cortesanos como panegíricos, cantos de amistad, de amor y báquicos, y por otro los poemas litúrgicos sinagogales, los paralitúrgicos, los dedicados a las festividades del calendario hebreo, y los de carácter moralizante y sapienciales; no es tan fácil clasificar con nitidez la poesía secular diferenciándola de la religiosa. Un ejemplo de ello se muestra cuando Ibn Gabirol utiliza las normas de preceptiva árabe de la poesía secular clásica o de la moaxaja (poesía estrófica andalusí) en sus poemas litúrgicos.

En las alboradas gritaré: “¡Despierta gloria mía,
para buscar el rostro de mi rey, mi amado!”
Al recordarlo, mi llama de calor ardió,
como la golondrina que gime en mi deambular.
Lo único que tengo en mano, a excepción de
mi corazón y mi secreto, es mi lengua.
¿Acaso alguien se dirige a ti, mi libertador y mi salvador?
¿Qué puedo hacer para aplastarlos como a la polilla?
Me humillé el día que asistí a tu consejo
por la grandeza de tu fuerza y de tu misericordia.
Ha de poder mi alma y mi honor alabarte.
Mi espíritu ha de cantarte mientras yo exista.
Para después de la Fiesta de Pesah.

Descripción

4 PRIMER MÍSTICO HISPANO JUDÍO
Humilde, sencillo y chico,
a ti me presentaré con gran temor y pavor.
Ante ti yo aparezco a mis ojos
como un pequeño gusano de la tierra.
Pleno el universo, en él no hay límite para su grandeza.
¿Acaso alguien como yo te ensalzará, y con qué?
Piyyut es el nombre genérico de la poesía religiosa judía en la Edad Media. Proviene del griego poetria y el nombre de los poetas es paytan. Las primeras figuras de poetas judíos en al-Andalus son Dunas Ibn Labrat (m.c. 990) y Menahem Ibn Saruq (s. X), introductores de las técnicas prosodias árabe. Le sigue la Escuela rabínica de Lucena, que aporta el uso de acrósticos (inicio de los versos con cada letra del alfabeto) y acrósticos onomásticos (inicio con cada letra del nombre del autor). Semuel Ibn Nagrella ha-Nagid (993-1056) introduce neologismos del árabe y la forma moaxaja en hebreo. Ibn Gabirol se destaca dentro de esta escuela porque realiza un cambio temático en la poesía religiosa al relacionarla con la filosofía neoplatónica de sus obras. Introduce un fuerte componente místico por el que es considerado el primer cabalista hispano-hebreo.

Los siete cielos no te contienen.
Tú los sostienes, pero ellos no te sostienen.
Desde el día que los creaste te alaban.
Ellos pasarán, mas tú permanecerás.
¡Yaveh, Dios mío, eres el más grande!
Es uno de los poetas importantes de la escuela hebrea de Sefarad. Sus poemas revolucionaron el mundo judío por su carácter secular y por introducir nuevos temas y géneros de influjo árabe-andalusí. Estas nuevas formas poéticas no son copias de sus modelos, sino que resultan de la síntesis entre el estilo bíblico renacido y ciertos elementos de la poesía árabe. Marcan una impronta en la poesía sagrada tradicional judía porque, además de ser una novedad, expresan el carácter y la personalidad de su autor, con sus alegrías y desengaños.

¿Quién puede, sin enmudecer, cantar
tu fuerza día y noche?
Tu nombre está por encima de toda bendición,
mi alma bien lo sabe.
El origen formal y del contenido de cualquier poseía hebrea hay que buscarlo en la Biblia: Salmos, Proverbios, Sabiduría, Eclesiastés, Cantar de los Cantares. Los modelos que siguen los poetas hispano-hebreos son la alabanza a Dios, los himnos de exaltación del Templo, la oración penitencial, la poesía sapiencial y los proverbios morales.

¿Quién como Tú, no hay como Tú?
¿Quién es semejante a ti, no hay semejante a ti?
Señor creador de toda obra
en lo bajo y en lo alto,
el que mide las aguas con el puño,
el que extiende el velo de los cielos.
En el género laudatorio, Ibn Gabirol usa la forma de loa “ahabah” como poema de amor, en el que el amante es Dios y la amada el pueblo de Israel.

Por favor, abre tu puerta
al hijo que vino a ti con un canto
y dale a conocer la morada.
Te di gracias en tu oración con la voz.

¿A dónde huiré,
con quien marcharé,
a quien gritaré?
Por eso a ti entrego la voz.

El que hiere y sana,
por favor, cura al que perece
roto y se inclina
sin levantar la voz.

Renovarás tu señal
cuando venga hasta ti,
entonces yo te daré gracias
con el sonido de la voz.
En otros poemas, como en la Alegría de la Torá, el mesías está identificado con David “el blanco, el sonrosado”, la amada con el pueblo de Israel y la “de hermosa faz” con la Ley.

¡La paz sea contigo, amado mío, el blanco, el sonrosado!
¡La paz sea contigo, el de la mejilla como una granada!
Corre a llamar a tu hermana, por favor, sal a salvarla,
triunfa plenamente como el hijo de Isay (David) ante los de Ammon.

¿Qué tienes, hermosa de faz, que desvelaste a la amada,
e hiciste vibrar la voz cual manto con el son de las campanillas?
Cuando quiera la amada, al momento, me apresuraré,
y sobre ti descenderé como rocío del Hermon.

Novia, levanta tus ojos hacia el jardín que fue destruido,
mira tu arriate que está lleno de rosas.

Ven, toma posesión del jardín, allí comerás delicias;
en el regazo de la de hermosos ojos te acostarás y reposarás.

Dios establece una relación amorosa entre Israel, la novia, hermana, amada, y su salvador, el amado, cervatillo, el de mejilla granada, ubicados en un jardín cerrado.

¿Acaso no ha pasado el invierno y la lluvia y el frío han cesado?
Los bálsamos exhalarán su aroma y el florecer de su viña bendecirán.
La melodía del canto y la voz de la tórtola desde nuestra tierra a Sión subirán.
¡Oh desdichada, abatida, abre tus puertas que habían sido cerradas!

5 LA OBRA DE IBN GABIROL
Se conservan más de treinta poemas seculares y muchos más de carácter litúrgico. Compone al menos una moaxaja de tema profano con jarcha en árabe coloquial, lo que le sitúa en la modernidad de su momento.
Su obra más destacada es el gran poema Keter Malkut (Corona Real), que consiste en una reflexión sobre la grandeza de Dios y sus atributos, seguida de la descripción de la creación; los cuatro elementos y las diez esferas, en relación con el alma y el cuerpo del hombre como parte de este universo.

Tú vives, y no desde un tiempo fijado
ni desde un tiempo conocido.
Tú vives, mas no con espíritu y alma,
pues Tú eres alma para el alma.
Tú vives, pero no como la vida del hombre,
comparable con la vanidad, y que termina en polilla y gusanos.
Tú vives, y el que alcance tu misterio hallará placer eterno,
“comerá y beberá eternamente”.
Himno de alabanza de la “Corona Real”
Otra de sus obras, Corrección de los caracteres, enfoca la ética humana desde una visión racional, psicológica y fisiológica. Desde el judaísmo se plantea el microcosmos humano con los cinco sentidos y los cuatro elementos, llegando a establecer veinte tipos de caracteres.

Lengua mía, compón un enigma
y da gracias a Dios
pues tu alma ha liberado,
tu potencia ha exaltado.
En la obra Selección de perlas, una colección de máximas atribuidas a su autoría, recoge vicios y virtudes en 652 sentencias, extraídas de la sabiduría de las escrituras y de los autores griegos, latinos y árabes.

Ibn Gabirol es el más individualista de los creadores de poesía hebraico-españoles, aportando una introspección descarnada y vivaz, poco común antes y después de él. Por ser filosofo neoplatónico fue despreciado en los círculos judíos, pero su filosofía trazó un camino que continuaron otros dentro y fuera de Sefarad. Hasta 1846 se creyó que Ibn Gabirol, conocido con el nombre de Avicebrón, había sido un filósofo y poeta cristiano debido a su obra filosófica Fuente de la vida. Se trata de un tratado neoplatónico que dejó impronta en toda la Edad Media cristiana; fue escrito en árabe y posteriormente traducido al latín. Por ello se llegó a olvidar la identidad del pensador perdiéndose su nombre, sin embargo, fue aceptado y valorado por la escolástica cristiana, hasta el punto de que Avicebrón fue considerado un autor cristiano. En esta obra la Sabiduría emana de Dios como si fuera luz, y de la Sabiduría, como fuente de vida emana la Voluntad.

¡Eterno! ¿Quién podrá alcanzar tu morada,
si has elevado por encima de la esfera de la inteligencia
el trono de tu gloria?

Allí es el habitáculo de tu invisibilidad y de tu majestad.
Allí (están) el misterio y el origen (de todo ser).
Hasta allí puede llegar la inteligencia (humana), pero, allí, se para.

Pero, muy por encima, majestuosamente te elevas,
y subes sobre el trono de tu poder,
y nadie puede subir contigo.

6 LEGADO DE LOS JUDÍOS ANDALUSÍES
Los poemas religiosos de Ibn Gabirol se solapan con los poemas didáctico-morales clasificados como seculares conteniendo reflejos de la poesía sapiencial bíblica y de los proverbios orientales tradicionales.

¿Por qué tiemblas, alma mía, por qué te asustas?
Quédate y mora en el lugar en que resides.
Si el mundo te parece pequeño como una mano,
¿dónde dirigirás tu búsqueda, pobre arrastrada por el temporal?
Mejor que vagar de un lado a otro,
establécete ante tu señor y no te alejes.
La liturgia de Sefarad llega a una identidad propia y diferente a la de la liturgia hebrea de Oriente debido fundamentalmente a la riqueza de sus poemas litúrgicos. Ibn Gabirol aporta en ellos un sentimiento religioso popular, al que añade cierta visión individual por reflejar los problemas de su propia existencia íntima y personal.

Tu puerta cuando llamo, oh Yah, abre, pues de día
me desmayo como el que suplica en mano del que da.
A tí va mi alabanza y mi clamor
en lugar del carnero, el diezmo y la oblación.
Luz de mis ojos, guarda y vigila mi lengua
y si errara ante ti, perdónala.
Alcé hacia ti mi corazón y mis ojos,
escucha y atiende.
Mira como mi alma se humilla en mi interior,
y mi fortaleza se debilita y achica.
En algunos poemas se observa la idea de dos mundos; el celeste y el terrenal. La luz y las tinieblas como sinónimos de la vida y la muerte. También incorpora influjos místicos de origen andalusí.

¿Quién como tú descubre las profundidades?
¿quién como tú hace subir y bajar?
Al que gime en su cautiverio, tu auxilio ofreces;
¡Brillo de alabanzas, hacedor de maravillas!
Sobre la travesía del Mar Rojo
En otros poemas refleja la dura situación del pueblo judío en su exilio. Presenta la esperanza de la liberación en forma de diálogo entre la comunidad judía y Dios, con expresiones propias de los poemas amorosos y cosmológicos. Su transparencia al mostrar los sentimientos, con un lenguaje humano a lo divino, nos acerca a ese misticismo que denominamos la Ciencia del Amor.

Al alba sube hacia mí, amado mío, y ven conmigo.
Dorados lechos para Ti dispondré en mi pórtico,
te aprestaré la mesa, te prepararé mi pan:
la copa te colmaré con racimos de mi viña,
beberás con el corazón alegre, te agradará mi manjar.
Encontramos en Ibn Gabirol poemas personales de carácter universal que pueden sintonizar el corazón de hombres de todos los tiempos y religiones.

Te deseo en todas mis auroras y crepúsculos,
extiendo hacia ti mis manos y mi faz.
Las alturas no pueden servirte de morada,
mas tú resides dentro de mi pensamiento.
Yo, en verdad, escondo en mi corazón tu glorioso nombre,
mientras mi amor por Ti rebosa hasta traspasar mi boca.

7 MAESTRO DE LA CIENCIA DEL AMOR
No creas, corazón mío, en el mundo
pues más de lo que te ha dado es su botín.
El recitado y la lectura de la obra del hispano-hebreo Ibn Gabirol en esta publicación trabaja para que no se convierta en una realidad la afirmación de que “el pueblo que reniega u olvida a sus maestros firma su sentencia de muerte”. En este libro-CD no se busca la obra de Ibn Gabirol como objeto retórico, algo fuera de sí mismo, sino que muestra la creación de una persona que, siendo poeta, está implicada en la realidad humana de su tiempo. Este acercamiento supone un re-conocimiento de su experiencia personal mediante la narrativa de esta experiencia, evitando su encasillamiento como mero intelectual. Sólo ante la llamada, el hombre desvela su intimidad y su misterio, y gracias a ello descubre que está dotado de interioridad y que su autoconocimiento es inagotable.

He llenado de luz mi corazón,
y mi lámpara iluminará ante los míos.

El corazón del inteligente se fatiga al comprender el Secreto;
no puede escudriñar el aspecto de la majestad de la Gloria.
¿Cómo alcanzaré la morada de tu gloria?
En este siglo XXI, con una sociedad desarraigada, consumista, dócil al poder económico, vacía y programada hasta en la intimidad, en este mundo roto y sin alma, debe hacerse presente el misterio y encarnarse en personas. El futuro no sólo debe estar en manos de los políticos, sino que para su construcción se debe dar la palabra a místicos, poetas y artistas, porque en la experiencia de los místicos se desvela parte esencial del rostro de la realidad.

¡Oh Dios, cura al enfermo
porque el dolor estableciste en el amor.

Lleva a los dolientes el principal remedio de los dolores.
Di a los gobernantes: Vuelve con misericordia a Dios,
porque su estandarte es el amor.
Necesitamos la presencia de maestros, del testimonio de personas para las que no suene estridente la palabra amistad. Una base donde los hombres se encuentren y sean capaces de convivir compartiendo el mundo del espíritu como algo específicamente humano.
El maestro del espíritu sólo puede ejercer su misión con su presencia y con su palabra. Las experiencias profundas e íntimas de la persona sólo pueden comunicarse mediante confidencias ofrecidas a aquellos a los que se está ligado por los lazos de la amistad, dirigidas a personas en relación interpersonal. De aquí brota una verdadera comunión compartiendo las mismas inquietudes y aspiraciones espirituales, la amistad en el espíritu. Cuando esta comunión llega a su madurez desaparece la frontera de maestro y discípulo y ambos son discípulos del espíritu, presente entre su encuentro.

La muerte nos apacienta y nos alcanza
aunque nos halle entre las constelaciones.
Ibn Gabirol, como miembro de la comunidad del pueblo judío de Sefarad, experimenta la presencia del misterio como lo profundo de cada realidad. Sentir la presencia del misterio no es tener una parte del todo, sino estar incorporado a una realidad en la que me experimento como prolongación e irradiación de la misma.

Humilde, sencillo y chico,
a ti me presentaré con gran temor y pavor.
Ante ti yo aparezco a mis ojos
como un pequeño gusano de la tierra.
Pleno el universo, en él no hay límite para su grandeza.
¿Acaso alguien como yo te ensalzará, y con qué?
¿Los ángeles del cielo no pueden marchar,
y yo solo, cuánto y cuándo?
Con la obsesión moderna por estar “fuera de sí” o cerrado “en sí mismo”, al quedar vaciados de interioridad se nos dificulta la posibilidad de ser personas. El maestro de la Ciencia del Amor puede ser un compañero de ruta, un testigo, una ayuda para que cada uno pueda entrar dentro de sí.

“La interiorización es el reconocimiento unido a la contemplación. Salir fuera de sí para entrar dentro de sí en el acto de la contemplación. Entrar dentro de sí para salir fuera de sí en el recogimiento. La contemplación y el recogimiento son como la digestión y la respiración del espíritu por las que se realiza el crecimiento del alma”
Francisco Caballero

El místico en su momento cumbre, el éxtasis, no ve los valores como objetos fuera de sí, sino que se identifica con ellos. No accede a los valores de forma abstracta, sino que los experimenta en su concreción encarnada. No los capta con su pensamiento, sino que los toca con todo su ser. La experiencia del místico al retornar a la realidad de cada día, sufre el choque entre los valores experimentados y los observados en el mundo cotidiano. Y al descubrir esta diferencia nace en él la denuncia profética y en consecuencia su convencimiento de sentirse testigo de lo universal valioso. El místico poeta es el hombre del misterio que sabe leer en profundidad los acontecimientos como llamadas personales al compromiso y la acción.

Tanto se ocultó mi dolor
en lo más profundo de mí,
que no percibía mi corazón
cómo manaban mis lágrimas.
El místico profeta tiende a ser un incorformista y rebelde social. La crítica social poética, como resultado del testimonio de su propia experiencia ética, grita con tal crudeza y sensibilidad que puede llevar al poeta a la muerte o al martirio. La experiencia mística en un medio social injusto puede ser como un fuego abrasador que lleve a la violencia de lo sagrado. Por otro lado, la mística deformada patológicamente, transforma el amor en soberbia y fanatismo.

8 INTIMIDAD MÍSTICA
Por la palabra, el poeta puede comunicar contenidos informativos, pero lo más importante es que puede expresarse a si mismo. La experiencia personal vivida puede ofrecerla como participación de su propia vida.

Marcharé hacia su luz
desde la tiniebla, pues sólo a mí escucha.
También por su causa
mi alma sin él enferma.

Se trabucan mis palabras
porque me abandonó.
Era el compañero de mis mocedades,
entonces me amaba.
Pero la culpa de mis pecados
me rodea ahora.

¡Ay que en verdad pasó
sobre mi alma un torrente,
y cuando se retiró,
cesó mi bien y mi dolencia!
La intimidad mística como plenitud humana no se experimenta de modo sistemático y continuo, sino en momentos en que los encuentros humanos son más intensos, más “luminosos”. Existen momentos de destello, de experiencia de plenitud como un hallazgo sorprendente y gozoso. Son momentos privilegiados de conocimiento luminoso de lo invisible, desde los cuales los valores humanos cobran una nueva dimensión. En la intimidad del misticismo vemos claro, nos iluminamos en la percepción de la vida.

Deleita Señor el corazón con una copa
y se transforma mi corazón hasta dar brincos y regocijarse con ella;
se gana la simpatía de mis ojos con su zumo,
como los ojos de la cortesana se alegran con el manto;
lo bebimos y era el cielo una brillante perla,
y la luna, como un zarcillo.
La experiencia mística se realiza con alguna mediación sensible y concreta: el paisaje, la música, el encuentro personal, incluso el conflicto interpersonal. Entonces el misterio y el amor no pueden ser contemplados como objetos fuera de nosotros, sino como experiencia de participación. Experiencia mística como acogida amorosa que recrea y renueva el propio ser.

Llegará a su aposento
el mejor de los amantes, el excelso.
La amada por su recuerdo,
por su amor hacia él está enferma.
El diálogo en el espíritu puede ser interpersonal o comunitario. Puede darse un éxtasis místico comunitario, experiencia anticipada de la comunión universal. La contemplación del misterio puede compartirse aquí en la tierra, como primicia y pregustación de lo que sólo en esperanza entrevemos más allá de la muerte.

A ti Dios Vivo mi alma anhela,
incluso se consume mi espíritu y mi ser.

Tu divinidad habita en medio de los corazones,
tu tesoro son los hijos y los padres.
Invitamos a escuchar esta selección de música hispano-judía y poemas místicos de Ibn Gabirol como parte de una metodología espiritual que ha ocupado un lugar muy importante a la hora de propiciar los estados interiores de encuentro con la Divinidad. Escuchar con el corazón versos y melodías armoniosas en estado de interiorización y contemplación, avivando la llama del amor, liberando de obstáculos el camino del enamorado sincero, nos acerca hacia Aquél que habla al oyente. De este modo, la escucha se convierte en un poderoso instrumento en la búsqueda de la intimidad con Dios.
En esta audición se han agrupado las obras musicales en dos estados de escucha. El primero, del corte 1 al 6 inclusive, está compuesto con poemas y músicas que responden a lo que los sufíes llaman estados de contracción, aquellos estados internos en los que el místico se siente desfallecer por la lejanía del Amado. El enamorado entra en fase de contracción, a la espera, siempre dolorosa, de la vuelta del Amado.
El segundo estado de escucha, del corte 7 hasta el final, está compuesto por poemas y músicas que responden a los que los sufíes llaman estados de expansión, con la dicha profunda y el éxtasis por la llegada del Amado, aunque siempre hay un punto de tristeza en tanto el místico no alcanza la meta final con el abandono completo en el seno del Amado. Se trata de un instrumento contrastado a lo largo de los siglos, transmitido y practicado por numerosos místicos del mundo en su anhelo de unión con Dios; Sabiduría, Belleza y Luz. Para ello nos servimos de la poesía del judío español universal Ibn Gabirol.

Eduardo Paniagua

Ver todos los detalles
  • Envío gratis en pedidos mayores a 50 €.

    Entrega en 5-7 días laborables para pedidos en España, en el caso de envíos fuera de España el tiempo de envío podría ser algo mayor.

  • Todo el trabajo de Pneuma Music se ha realizado en España.

    Música medieval española inédita hasta el momento. Sus discos, con  formato Digipack de cubierta de cartón y libreto interior (bilingüe + idioma original), quieren acercarse a una obra de arte total.